


“El Flaco” como lo llaman al trabajador que se desempeñaba como inspector municipal, fue detenido en el marco de una causa que involucra a cuatro hombres y cuatro mujeres detenidas tras las diversas denuncias de vecinos, hartos de convivir con el flagelo de la droga.
A través de la página “Denuncias Web”, alertaron sobre una banda que se dedicaba a la venta de estupefacientes en distintos barrios de la ciudad. Desde marzo, las pesquisas iniciaron con la investigación, llegando a “marcar” las casas donde se distribuía la droga.
Según se supo, un grupo familiar era el encargado de organizar y distribuir los diferentes roles de la organización, que contaba con “búnkers” en distintos sectores de la ciudad que funcionaban como kiosco.
Tras identificar a uno de los integrantes, que estaría muy cercano a la política, la Policía salteña decidió avanzar con los allanamientos, logrando secuestrar más de ocho kilos de pasta base de cocaína, dos vehículos y se detuvo a 8 personas.
Llamativamente para los investigadores, uno de los detenidos intentó por diferentes artimañas zafar de las esposas. Una de sus estrategias, la que despertó curiosidad en los efectivos que procedieron a su arresto, fue vincularse con una de las personas con mayor influencia dentro de la política local y el Gobierno de Salta.
Es que “El Flaco”, había asegurado ser amigo muy cercano y trabajar para Gastón Galíndez, actual secretario administrativo de la Cámara de Diputados de la provincia, y también apoderado del Partido Justicialista local, que preside su ex jefe político, Miguel Ángel Isa.
Fuentes de la investigación aseguraron que, al mencionar estas palabras, la actitud de los efectivos de la policía cambió totalmente. Pasaron de tratarlo como un delincuente común y corriente, a burlársele por intentar escapar por medio de sus contactos que, hasta hoy, lo mantienen olvidado en una celda de Alcaidía.
Tras algunas averiguaciones (menores, no era Pablo Escobar ni el Cártel de Medellín tampoco) se pudo descifrar que, realmente, el detenido conoce a su “padrino político”, ya que trabajó bajo su mando cuando Galíndez era titular de Emergencias municipal durante la gestión de Isa. Fueron varios años los compartidos antes que el “Jhonny Bravo” decidiera incursionar en la política, ingresar como concejal y dejar en su cargo al inexperto Nicolás Kripper.
El “Flaco” aseguró también ser puntero de GG y trabajar en todas las campañas, junto a un equipo de fútbol que tiene en la zona sureste de la ciudad y los integrantes de un fortín gaucho al que pertenece. Incluso, era una de las personas encargadas de recibir bolsones durante la última elección de 2019 para canjearlos por presencialidad en las caminatas y visitas que realizaba un tal Matías Posadas en su afán de acceder a la intendencia capitalina.
Desde la Legislatura hay “Silenzio Stampa”. A Gastón no se lo vio por las oficinas de la Zuviría, y solamente subió algunas fotos a sus redes sociales desde que ocurrió el hecho, llamativamente.
En su despacho, nadie sabe, nadie contesta, ni siquiera el asesor de Galíndez que supo ser suegro en algún momento del detenido. Así de larga es la lengua de algunos salteños.