Política
Había ilusión con su vuelta

Miguelón, solo en el olvido

Miguel Isa: se había generado una gran expectativa en torno a él, pero todo se diluyó semanas después de posponerse la contienda electoral.
Miguel Isa cometió el error de no haberse postulado por su lado como gobernador y haber aceptado ser el segundo de Juan Manuel Urtubey le costó caro.
Hoy por hoy, Miguel Isa cuenta con ser el presidente del PJ de Salta nada más, ni nada menos. No tendría ni el caudal de votos que cosecha la concejal Candela Correa.

Tras el auge que representó el retorno del ex vicegobernador al cuadro político de Salta tras estar más de 5 años en las sombras, parece que todo vuelve a la normalidad en el Partido Justicialista. Es que, con su llegada a la presidencia de la fuerza política, y con la llegada de las elecciones provinciales, se había generado una gran expectativa en torno a él, pero todo se diluyó semanas después de haberse pospuesto la contienda electoral.

Hoy Miguel Isa ya no es el mismo que años atrás, o el de hace algunas semanas. Miguel sufrió un desgaste muy grande que se llama “haber aceptado la vicegobernación a (Juan Manuel) Urtubey y no animarme a competir por el máximo puesto provincial” allá por el 2015. Previo a esa elección, Miguel se mostraba como un hombre fuerte, decidido, capaz de tener buenos resultados en las urnas a pesar de que en la Ciudad de Salta era bastante resistido ante el abandono en el que se sumergió su última gestión al frente de la Municipalidad. Recordarán, baches, cráteres, falta de obras, una planta hormigonera desaparecida, barrios sin alumbrado, sin ripio o cordón cuneta. Esto no importaba y allá por el 2014, en una cena de empleados municipales, Isa aseguraba que competiría por ser el gobernador de los salteños.

Sin embargo, terminó aceptando ser vicegobernador lo que le implicó desaparecer del ambiente político. Algunos senadores aseguran que ni siquiera iba a las sesiones los días jueves y que el lugar de la presidencia era ocupado siempre por Mashur Lapad. Miguel, se dedicó a asistir a los lugares donde Juan Manuel no quería aparecer, o en las procesiones, o a dar la cara por alguna hija descarriada conduciendo y protagonizando escándalos en estado de ebriedad. Al terminar la gestión, con más arrugas, más canas, pero no mucho más aprendizaje, decidió darse un respiro y alejarse un poco de las primeras planas tras restarle votos a (Sergio) Oso Leavy en 2019.

Pero las impetuosas ganas de seguir viviendo sin laburar, mantenidos por el generoso Estado que en definitiva somos todos (no como el “campo”), llevaron a Miguel a asomar sus narices nuevamente por la política a fines del 2020. En plena pandemia, aprovechó el Día del Empleado Municipal para saludar a sus ex subordinados y enviarles un mensaje: “Pronto estaré con ustedes”. Esto volvió a repetirse a fin de año cuando, apoyado por el empresario de medios de comunicación Mario Ernesto Peña (P), regaló bolsones navideños en el CCM con el mismo slogan. Obviamente sus intenciones eran dar a conocer que participaría en las elecciones del 2021, pero eso lo confirmó meses más tarde.

Allá por febrero y marzo de este año, cuando ya había confirmado sus deseos y pretensiones de ser concejal, llegó el ofrecimiento que nadie esperaba. Miguel pasaba a ser presidente del Partido Justicialista local en reemplazo de Pablo Kosiner y gran parte de los “peronchos” salteños, obviando a los kirchneristas” festejaba la hazaña. Pero la alegría duraría poco y ese acompañamiento multitudinario, con grandes afiliaciones y gente queriendo una foto a toda costa con Isa no duraría más allá del armado de listas para los comicios.

Son los mismos afiliados y “punteros” quienes aseguran que cuesta organizar las reuniones para Isa en los barrios. Y no precisamente porque haya que cumplir protocolos por el covid; sino porque la gente está harta, no lo quiere y no le interesa perder 10, 15 o 20 minutos en escuchar lo mismo que hace varios años. Todo indicaría que la estrategia diseñada por sus asesores que se asemejan más al “juampismo” que al “isismo” de Daniel no le estarían dando buenos resultados y ya hasta se vería como de muy mal gusto que llegue en un VW Gol ocultando los verdaderos lujos que el ex intendente tiene no muy ocultos.

Mientras tanto, en el edificio de calle Zuviría, dicen que miguel anda solo, recorriendo los pasillos y de vez en cuando recibe la visita de alguien. Algunos pensaron que se trataba de un geriátrico, otros no tan malos decían que el silencio en el PJ antecede a la tormenta. Pero al parecer la tempestad cayó en una sola persona que pasó de ser hace un tiempo un potencial “futuro gobernador”, a implorar 15 mil votos en 2021 para llegar al concejo. Hasta Candela Correa, “La Cande” tendría hoy más votos.

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