Capital
Astigueta al 600

Trata y explotación sexual en el terreno de una funcionaria de Abel y Frida

Efectivos policiales rescataron a varias mujeres que estaban cautivas a centímetros de la sede de la "ONG" que lucha contra la trata de personas.

Un allanamiento en la zona de "El Bajo" en Villa San Antonio, un sector de extrema vulnerabilidad ubicado a 10 minutos del centro salteño, destapó una situación que pone bajo la lupa el correcto accionar las distintas fundaciones y el de sus titulares que, en algunos casos, tienen estrecha relación con los gobiernos de turno. De forma inexplicable, efectivos policiales, mediante una investigación de un juzgado nacional, rescataron a varias mujeres que estaban cautivas a centímetros de la sede de la "ONG" que lucha, casualmente, contra la trata de personas.

El operativo de calle Astigueta al 600 es insólito. Allí, años atrás, se llevó a cabo un procedimiento contra la trata de personas. Tras diversas gestiones, el lugar fue cedido por el Gobierno de Salta a la Fundación Volviendo a Casa, presidido por Isabel Soria, una conocida "luchadora" contra este tipo de delitos, y "trabajadora incansable" por los derechos de las mujeres. En un acto en el que estuvieron presentes Abel Cornejo, Pedro Castiella y Verónica Figueroa (hasta el año pasado procurador general, defensor general y ministra de Desarrollo Social); y Mariana Reyes, titular de Derechos Humanos, se entregaron las llaves del inmueble de Astigueta 612 a Soria. Meses después, la titular de la fundación fue llevada como funcionaria de Relaciones con la Comunidad, perteneciente al ya Ministerio de Seguridad y Justicia.

No pasó ni un año desde la entrega que la Justicia federal ya tenía sospechas de que algo raro pasaba en el lugar. Resulta que, a metros de la puerta de la fundación, en el mismo terreno, aunque con construcciones separadas, había sospechas de explotación sexual de mujeres. Eso se terminó de determinar ayer, con los operativos, rescatando a varias mujeres que eran obligadas a prostituirse, todo esto a centímetros del organismo que lleva adelante la funcionaria quien declaró que nunca supo lo que ocurría en sus narices.

Soria, quien tiene mucho apoyo por parte de gran parte del arco político, también es fuertemente cuestionada, sobre todo porque no suele brindar asistencia a muchas mujeres que acuden a ella ante distintos hechos de violencia sufridos. Además, tiempo atrás fue detenida por la Policía de Salta tras amenazar y maltratar a profesionales del Hospital San Bernardo, lugar en el que estaba internada su madre.

La misma hizo su descargo en Facebook y buscó por todos los métodos desvincularse de la fundación con la que lucró durante muchos años. Igualmente, nada quita que delante de sus ojos, a plena luz del día y con total impunidad, un prostíbulo funcionaba en el mismo terreno de gente que recibe fondos cuantiosos para luchar, justamente, contra casos de esta índole.

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