Panorama Político Salteño
¡Hasta las manos!

Todos con el traste en la pared

El Poder Legislativo no sabe bien qué hacer ahora. (Dibujo: NOVA)

Tras una semana de intensa labor parlamentaria por parte de diputados y senadores, en mayoría oficialista, esta semana se aprobó finalmente la suspensión de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) en toda la provincia para los próximos comicios locales del año que viene.

La decisión política del oficialismo, tratada luego de muchas idas y vueltas en ambas cámaras, fue defendida a capa y espada por los legisladores que, lejos de estar tranquilos por la medida tomada con mucha "seguridad", al menos en sus exposiciones, dejó muchos interrogantes entre los mismos afines al Gobierno provincial.

El término "comerse las uñas" podría haberse aplicado tranquilamente a lo ocurrido a la salida de las sesiones del martes y jueves pasado en la legislatura. Aunque trataban de disimular, el nerviosismo se notaba latente en la cara de muchos de los que no levantaron la mano en favor de las PASO.

No es para menos, con las primarias suprimidas, los candidatos se elegirán "a dedo" según el criterio de cada partido o, en el mejor de los casos, se llegarán a elecciones internas donde el que tenga más recursos (casi siempre los que están como autoridades partidarias) correrá con ventaja sobre sus competidores.

Las cosas están así. El año que viene se vence el mandato a 30 diputados, 25 de ellos de fuerzas que responden al Gobernador de Salta. De los que tienen los días contados, 9 son de Capital (Laura Cartuccia, Omar Exeni, Cristina Fiore, Mónica Juárez, Julieta Perdigón, Noelia Rigo, Sabrina Sansone, Adrián Valenzuela y Juan Carlos Villamayor) y solo una de esas 8, Fiore, es de una fuerza opositora. En el Senado, la situación es similar. De los 23 legisladores departamentales, 11 cumplen su mandato a fines del 2023 y de ellos 9 responden al saencismo.

Con este panorama, y aunque el oficialismo cuenta con muchos partidos que podrían conformar un gran frente el año que viene, resulta difícil que todos ellos pudieran llegar a renovar sus bancas, en caso que así lo decidiera, sobre todo teniendo en mente que muchos de ellos llegaron con fuerzas que hoy se consideran opositoras, y cambiaron de bando con el correr de los meses. Claro ejemplo es el de Laura Cartuccia, quien llegó por el PRO, hoy declarado opositor.

Por este motivo, las reuniones previas y posteriores a la sanción del proyecto de suspensión fueron de mucho suspenso. Promesas de renovación para algunos, de cargos para otros; pero sin nada concreto o que lleve tranquilidad a las cabezas de los 39 legisladores y casi un centenar de agrupamientos políticos que ven con cierta desconfianza el panorama para el año venidero.

Otro punto en contra, quitando lo propio, es el crecimiento que puede representar en estos próximos ocho meses la oposición, hoy fuertemente marcada por el "amarillismo" con el PRO y Ahora Patria a la cabeza, en esta especie de coalición llamada Juntos por el Cambio, que se está organizando para causarle el mayor dolor de cabeza posible a las fuerzas oficialistas.

No hay que dejar de mencionar a aquellos que llegaron con poco apoyo y con toda la suerte de su lado en las elecciones del 2019 como Cartuccia y Sansone quienes ingresaron en reemplazo de Martín de los Ríos y Matías Cánepa que emigraron al gabinete, Noelia Rigo y Omar Exeni que acompañaron en lista a una desgastada Mónica Juárez, o Adrián Valenzuela quien, en tan solo 2 años, bajó de un caudal de votos que rondaba las 84 mil voluntades, a apenas sobrepasar el piso necesario para ingresar a la cámara en 2019.

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