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Raúl Romeo Medina, el monje negro de los nombramientos VIP

Raúl Romeo Medina es desde noviembre del 2019 el secretario Legislativo de la Cámara Baja local.

Es tal vez, del que menos se habló en las últimas semanas cuando estalló el escándalo en la Cámara de Diputados.

Sin embargo, el ex funcionario de Juan Carlos Romero es uno de los mayores estrategas de Esteban Amat dentro y fuera del recinto.

Con la misma frialdad con la que supo pedir que no se lo investigue más en la causa "El Hangar" donde compartió acusaciones con el ex mandatario salteño y su hijo quien actualmente se desempeña como legislador provincial, salió a demonizar la figura de Luisa Hermosilla, la abogada y trabajadora de la Cámara que denunció las maniobras de nepotismo realizadas en pleno aislamiento social derivado por la pandemia, momento en el que miles de familias salteñas veían peligrar sus ingresos ante la imposibilidad de salir a buscarse el pan de cada día.

Raúl Romeo Medina es desde noviembre del 2019 el secretario Legislativo de la Cámara Baja local. Además, desde junio del 2020 pasó a formar parte de la Planta Permanente de empleados de la Administración Pública mediante un decreto promovido por el presidente de ese cuerpo al considerarlo persona de su máxima confianza.

Una especie de premio ante la “lealtad” que supo mostrarle Medina en tan poco tiempo que dejó en claro que no importa el tipo de trabajo que se realice o las aptitudes de cada persona para poder lograr esta estabilidad laboral, sino que lo que vale realmente es tener los contactos necesarios.

Cuando semanas atrás estalló el escándalo de los nombramientos VIP, muchos centraron sus esfuerzos en dar a conocer la relación que tenía Esteban “Tuty” Amat con los señalados como “ñoquis”.

Incluso las mismas trabajadoras que se animaron a contar tal situación y destapar así una olla que salpicó hasta al ex presidente y ya extinto políticamente Manuel Santiago Godoy, hicieron más hincapié en acusar al secretario Administrativo de la Cámara, Gastón Galíndez; y a personas del entorno del legislador de La Viña como Hugo Pfister quien sería su cuñado, y José Aranda, quien había compartido habitación con el ahora presidente de los diputados en su paso por la Cámara del Tabaco.

De Medina se habló poco y nada, pasó casi desapercibido. Es más, la gente ya se olvidó de quién es este personaje de la política local quien supo “representarlos” en distintas ocasiones como cuando fue electo concejal por la ciudad de Salta, o diputado provincial por el departamento Capital.

"Esta persona fría y calculadora, que supo acomodarse donde más daba el sol peronista de los diferentes mandatarios que pasaron por salta en las últimas tres décadas, no solamente mantuvo el perfil bajo durante varias semanas, sino que también salió en algunos medios oficialistas estos últimos días a desprestigiar a la mujer que puso sobre el tapete los nombramientos VIP", explicó.

Además, dijo que "esta señora hace tiempo que venía con algunos cuestionamientos respecto de la actuación de la Secretaría Administrativa y nos llamaba la atención que había cambiado su forma de dictaminar".

"Luego de que asumió el presidente Amat empezó a tener posturas distintas y contradictorias. Nos denunció por supuestas irregularidades y yo le vi la cara una vez a la señora. Tiene una postura muy confusa, una especie de amontonamiento de renglones sin sentido. Básicamente lo que ella hace es no trabajar. No emitía los dictámenes, no estaba cumpliendo su función, razón por la cual se debe poner a otra persona a cargo de la jefatura interina para que el sector empiece a funcionar. La Dra. Intentó sustraer documentación de la Cámara llevándosela en una bolsa negra, una señora que es asesora de un sector de la Cámara no puede llegar al extremo de tomar los bienes del Estado como si fueran propios” manifestó.

Allí, puso en dudas el estado de salud mental de la abogada, lo que viene de la mano con lo ocurrido el martes a la noche, cuando se llevaron detenida a la letrada y donde un grupo de psicólogos asistió por pedidos de Amat para “verificar” el estado de ella y su compañera.

Tal parece que el paso de los años le dio la potestad a Medina de arrobarse un poder de juez y verdugo al opinar sobre el trabajo honrado de las personas que no suelen tener algún tipo de “cuña” política, olvidando incluso que él mismo, apelando a ese tipo de artimañas, intentó que la justicia, años atrás, dejará de investigarlo simplemente por el hecho de ser, en ese entonces, diputado provincial.

Por si se les olvida, Medina, quien fuera secretario de la Gobernación en el último período de Juan Carlos Romero; el ex gobernador y senador nacional; el hijo de éste último, Juan Esteban Romero, actual diputado; y el ex director de Aviación Civil, Ricardo Funes, estaban señalados por los negocios que permitieron al ex mandatario quedarse con un predio que era de uso público. Ya lo dijo el “Tuty”, todo ético.

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