Política
Exclusivo de NOVA

Premio a Salado por dejar sin agua a los salteños

Luis María Salado, el funcionario responsable de que Salta no tenga agua.

Luis María García Salado fue, durante algunos años, uno de los funcionarios "mano derecha" del actual gobernador de Salta.

Cuando Gustavo Sáenz fue electo intendente, lo nombró como secretario de Gobierno en la Municipalidad capitalina y, a mitad de la gestión cuando se asomó Ricardo Villada quien no pudo ser diputado, lo ascendieron como jefe de Gabinete.

Ya en Provincia, la nueva gestión lo nombró al frente de Aguas del Norte, un lugar muy cuestionado por ellos mismos debido a los desmanejos, la falta de inversión y problemas constantes con los municipios. A tres años de su desembarco en Cosaysa, la situación es mucho peor.

Un funcionario ausente, prepotente, cínico y millonario. Así lo describen empleados, vecinos, dirigentes y hasta políticos a Salado quien pasó, en cuestión de horas, de estar en la cuerda floja y al borde de huir del barco llamado administración pública, a ser premiado con un cargo de rango alto, con menos responsabilidad y un frondoso salario mensual que roza las siete cifras.

Al inicio de su gestión, Salado aseguraba contar con estudios detallados sobre la distribución de agua en la Provincia, y expresaba tener "pilas puestas" para trabajar con ganas en la solución de problemas.

A menos de un mes de cumplir tres años al frente de la compañía, las pilas parecen no haber sido lo suficientemente duraderas ya que no se dio respuestas a los vecinos, las aguas ya no son aptas para consumo humano, y se declaró una emergencia hídrica por la pésima gestión en el tratamiento de líquidos que se hizo en el norte de la provincia donde ciudades como Tartagal, Aguaray o Enrique Mosconi, padecen una sequía nunca antes vista.

Aún así, Salado fue premiado con la Secretaría de Justicia, organismo que quedó acéfalo tras la renuncia de Diego Pérez, quien decidió irse junto al ex ministro de Seguridad y Justicia, Abel Cornejo, hombre que lo había depositado en ese cargo.

Sin mayor antecedente que haberse recibido de abogado, Salado ocupará dicho cargo simplemente por un ofrecimiento de su amigo personal, el nuevo ministro Marcelo Domínguez.

Con esta designación no solamente le aseguran a Salado un año más de sueldo, al menos, sino que también oxigenan un organismo que viene pasando por demasiadas turbulencias desde que el referente del PPS se hizo cargo de Cosaysa.

En su lugar ya fue designado Ignacio Jarsún, uno de los ex intendentes que sigue sin responder pedidos de informes sobre fondos que desaparecieron de las arcas municipales durante su gestión.

El propio "Nacho" confirmó que aceptó el ofrecimiento, a pesar de tampoco tener una mínima experiencia en el campo.

De hecho, ni siquiera supo solucionar las inundaciones o anegamientos durante su gestión como jefe comunal de Rosario de Lerma, y solo es recordado por haber contratado a Candela Correa para que diera unas clases privadas antes de ser concejal.

Ahora, el miedo más grande es que Jarsún pueda arrastrar a su "Robin", Omar Exeni, quien ya vería con buenos ojos eso de dejar de asistir todos los martes a la tarde al viejo edificio de Mitre 550.

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