Política
Concejo deliberante de Salta

Guillo presidente, Madile afuera, el patovica de estreno, Nico con "carpa" y Gauffín a los alaridos

Los cambios realizados por la salida de dos ediles la semana pasada despertaron las alarmas en el cuerpo legislativo y las negociaciones no cesan desde el pasado 15 de agosto.

El Concejo Deliberante de la Ciudad de Salta se está preparando para lo que va a ser la gestión 2021-2023 y todo es un entrevero. Los cambios realizados por la salida de dos ediles la semana pasada despertaron las alarmas en el cuerpo legislativo y las negociaciones no cesan desde el pasado 15 de agosto, día de las elecciones provinciales. El panorama pinta que algunos que apenas lograron la reelección podrían buscar asilo en distintos gabinetes y, como ocurrió con el Partido Obrero allá por 2013, el partido mayoritario no se quedaría con el máximo escaño.

Una de las grandes sorpresas es el cargo que podría llegar a ocupar el conductor de tv y revelación de las elecciones, Guillermo Kripper. El joven que como CV tiene de experiencia hacer ridiculeces ante las cámaras como bailar bizarramente junto a su amigo Víctor Lamberto (en Salta los bautizaron “Timón y Pumba”, no sabemos por qué) o quemarse al tomar agua hirviendo en el viejo Canal 11; habría sido propuesto por los electos afines al oficialismo provincial como futuro presidente del Concejo “Delirante”. Es que, a falta de conocimiento de quienes son el resto de ediles que componen dicho espacio político, la única opción viable es el joven K (de Kripper). En sus manos estará, de llegar a ser presidente, la posibilidad de manejar una caja que no pudo hacer en Gobierno debido al fuerte seguimiento que hacía su jefe Demitrópulos: La caja de las pautas publicitarias. Se dice que la primera opción es Marianela Pérez, compañera de lista del “Guillo” y (¿ex?) pareja del coordinador Pablo “Loro” Outes, pero ésta no sumaría los avales suficientes a pesar de su trayectoria como funcionaria de la Cooperadora Asistencial de la Capital años atrás, o en el Ministerio de Salud a comienzos de esta gestión gubernamental.

Quien está de capa caída y así se lo pudo ver en la última semana, es el “lungo” que hoy preside el cuerpo. Resulta ser que con la llegada de caras supuestamente nuevas al cuerpo, Darío Madile comenzaría a despedirse de la presidencia del recinto que mandó a reformar hace unos meses aprovechando el parate presencial por la pandemia. Dicen en Grand Bourg que se lo pudo ver entrando infiltrado la última semana, para que no lo reconocieran los docentes que acampan en las puertas, para tratar de convencer a las altas cúpulas del ejecutivo de que le hagan un lugarcito en el tan ansiado Ministerio de Desarrollo Social que, por ahora, conduce Verónica Figueroa. Confiado en que iba a arrastrar varias bancas detrás de él, Darío se dio con una dura realidad que, aunque le asegura laburo por dos años más, significaría un deceso político, por lo que busca alguna otra actividad para sumar a la experiencia laboral.

Abatido por formar parte de la lista del provida Suriani, a falta de mejores propuestas, quien no se hace mucho drama por estas horas es Francisco Benavidez. El ex seguridad del hoy Gobernador (y chofer aún en tiempos libres porque el sueldo de concejal no basta, viste) ya tendría asegurado el asiento de conductor de la Amarok oscura para trasladar al mandatario de forma segura por distintos puntos de la provincia. Además, dicen que el mejor amigo de Facundo Sáenz habría adquirido una propiedad en San Lorenzo para codearse con los altos mandos y “la crème de la crème” de la política salteña que de a poco se van rejuntando en las tierras del Kila Gonza.

Disimuladamente, el que se fue cabizbajo del CCM fue Nicolás Kripper, el ex Prevención y Emergencias que traicionó la confianza de Gastón “Jhonny Bravo” Galíndez allá por el 2013 y que sobrevivió a la transición de tres intendentes. Famoso por estacionar como se le antoja y por conducir estando bajo los efectos del alcohol cuando tenía a su cargo a la Dirección de Tránsito, pasó a ser concejal hasta diciembre, cuando termine el mandato que originalmente era de Frida Fonseca. Las malas lenguas de la avenida Paraguay señalan en realidad que “lo fueron” porque habría jugado en las últimas elecciones a favor de su “ñaño”, Guillermo, en vez de acarrear votos para el lado de Madile, donde quedó en el camino el ex funcionario Aroldo Tonini. La traición se paga, dicen, y de rompe y raja empezaron a investigar el inventario de las dependencias que tenía a su cargo. Por ahí develaron que los faltantes son grandes y entre ellos se encuentran distintas herramientas de trabajo, motoguadañas, cortadoras de césped, grupos electrógenos, y hasta un motor de una camioneta que quedó sentenciada al olvido en el galpón de Protección Ciudadana. Ahora, habrá que comprobar eso.

Por último, quien está a los alaridos es el concejal más votado el pasado 15 de agosto, José Gauffín, quien ve peligrar lo que hasta hace diez días era prácticamente un hecho. Es que el tan anhelado puesto de presidente del Concejo Deliberante le sería denegado por no contar con los votos necesarios de sus pares dentro del recinto, y tendría que conformarse con una vicepresidencia primera. El rol de “opositor a toda gestión” que juega hoy Juntos por el Cambio+, lo convertirían en el nuevo “Arturo Borelli” quien en el 2013 lideró la lista de concejales del Partido Obrero y consiguió 9 bancas gracias al “voto bronca”. A pesar de ser una amplia mayoría y de faltarle solamente dos votos para ser titular del CD, en aquella ocasión se terminó imponiendo el isismo.

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