El triunfo que le dio alas a Alfredo Olmedo para ser gobernador
Pasaron las PASO en todo el país y, como fue tendencia en todo el país, Salta también se vistió de amarillo. Pero esta vez no de un amarillo macrista, o al menos no tanto, sino de un amarillo olmedista que, de mantenerse los resultados para las generales de noviembre, volverá a tener a un representante en la Cámara de Diputados de la Nación a fin de año.
El mal manejo de la pandemia por parte de los gobiernos que apoyaron o llegaron hace dos años con la fórmula Alberto Fernández - Cristina Fernández, la crisis económica causada por las decisiones ante el covid, la fiesta en Olivos y el vacunatorio VIP, hicieron que en el norte el festejo tenga olor a aceitunas.
Si bien el candidato más votado, por lejos, fue el elegido por el gobierno nacional y el PJ local, Emiliano Estrada, en la sumatoria de votos conseguidos por los dos frentes más grandes que en la actualidad tiene el país y que se reflejan en nuestra Provincia, la fuerza con más adeptos fue Juntos por el Cambio +, en donde el actual diputado provincial Carlos Zapata, logró imponerse en una dura interna ante Inés Liendo (la elegida por el macrismo puro del PRO, incluidos el ex presidente y la ex ministra Patricia Bullrich), Héctor Chibán y Nicolás Avellaneda, ambos con una manito por parte de la Justicia para poder competir.
La victoria de Zapata, quien no demostró tener demasiadas ideas claras como para convencer a la gente, demostró nuevamente el fuerte apoyo que suele tener Alfredo Olmedo cada vez que se presentó a una elección legislativa. Y, aunque generalmente esa performance no suele ser lo suficientemente buena para un cargo ejecutivo las veces que compitió, si le dieron alas esta vez para poder pensar, tal vez, en una nueva candidatura a gobernador de Salta, cargo que le fuera negado en algunas ocasiones; la más cercana en el tiempo ocurrida en 2019.
Igualmente, la alegría que tenía el rey de las aceitunas tras el cierre de los comicios y minutos antes del despegue oficial de las cifras electorales, era indisimulable. Incluso, su entorno y los mismos candidatos que acompañaron a Zapata, desbordaron de alegría al confirmarse los rumores de que era el ganador de la interna. Los olmedistas, aseguraron que la gente votó a la gorra amarilla. “Vote sencillo, vote amarillo” se escuchó en los cielos salteños en las últimas semanas gracias a la molesta avioneta que recorre distintos puntos de la Provincia con el anuncio de campaña de Zapata que, al menos en los últimos dos años, fue el único que le dio alegrías a ese espacio teniendo en cuenta la derrota de Olmedo en 2019 junto a Miguel Nanni, y la buena pero insuficiente performance de Martín Grande en las legislativas provinciales de este año.
Y hablando de Nanni y Grande, muchos periodistas trataron de buscar la palabra de ambos legisladores nacionales del macrismo. Es que en medio de la feroz lucha interna que vivió JXC+ en nuestra provincia, ambos se animaron a violar la veda electoral para promocionar a la joven Liendo que quedó en segundo lugar y, por el sistema D’hondt, serpa quien acompañe a Zapata en las generales.
Según anunciaron desde el espacio macrista, acompañarán a Carlos en noviembre, aunque eso no les asegura nada. Sobre todo teniendo en cuenta que Felipe Biella quedó pisándole los talones a los amarillos en provincia, y con un gran triunfo en el departamento Capital, que suele ser quien define una elección para tal o cual candidato.
Seriamente heridos:
Así quedaron los integrantes de la lista “Sinceramente” que, sinceramente, ya deberían pedirle prestado a Matías Posadas el título para ejercer como eternos perdedores. Aquí se encuadran el denunciado por violencia de género, dirigente gremial y funcionario nacional, Jorge Guaymás, quien quedó muy por detrás de Emiliano Estrada en la interna kirchnerista del Frente de Todos.
El ex ministro de Juan Manuel Urtubey, sacó más del doble de los votos que la lista disidente y logró mantener la lista completa para competir en las generales, por lo que Guaymás y sus secuaces no tienen ni oportunidad de presentarse en noviembre. Se dice por estas horas que esos 53 mil votos podrían ir dirigidos hacia el Tano Da Souza, el candidato de Felicidad que se presentó en solitario y logró más de 20 mil sufragios a su favor. Puede ponerse interesante.
“Alegría não tem fim”: Quien anda con la sonrisa ancha debido a la gran campaña que realizó dentro de uno de los espacios más cerrados, conservadores y perdedores de la política salteña, es Andrea Villegas. La profesora que lidera desde hace unos años el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST) derrotó por casi 7 mil sufragios a Cristina Foffani del Partido Obrero quien, junto a su marido Claudio Del Plá, Pablo López, Gabriela Cerrano y la líder del PTS, Daniela Planes, se enquistaron en los primeros planos de las listas de todos los años, consiguiendo no solamente el alejamiento y división del PO en una guerra que terminó con dos frentes en las últimas elecciones, sino que la gente confía aún menos en el zurdaje que deberá replantearse para el 2023 si quieren seguir jugando a la revolución en la Facultad de Humanidades o hacer política en serio.
Solo como vegano en asado familiar: Así quedó Marcos Tognolini, el representante del Movimiento al Socialismo (MAS) que también se divorció de uno de los sectores del Partido Obrero (Política Obrera), fue con lista propia a estas PASO y fue el único de los 13 precandidatos que no logró hacer piso para pasar a la siguiente fase.
