El hueso duro de roer de Gustavo Orozco, el ex olmedista, otrora saencista y hoy jugador de "oposición", marcó la cancha meses atrás al empezar una disputa cuasi personal con el hoy superministro Abel "Robocop" Cornejo.

Dichas diferencias, provienen desde la época en que el funcionario a cargo de Seguridad de la provincia, se desempeñaba como Procurador General de la provincia, y desde donde ordenaba a sus empleados, nada más que los fiscales de toda la provincia, a que busquen la forma de hundir a quien hacía gala de lo bien que estaba ser un polizón a la antigua.

Mantenerse en su bruta postura de defender a la gorra a capa y espada, justificando algunas vejaciones (torturas) por la cara del ajusticiado o por lo que había cometido, le costó que se le iniciaran algunos procesos penales mientras continuó siendo funcionario de la policía.

En 2017, junto a Alfredo Olmedo que lo rescató desde el ostracismo de la presidencia de un club rosarino, llegó a la Cámara de Diputados de la provincia en donde pasó, al poco tiempo, a formar parte del oficialismo de Gustavo Sáenz que luego sería electo Gobernador.

Mientras se mantuvo sereno sin emitir opiniones, la vida de Orozco fue tranquila. Bastó con asomar nuevamente las narices y especular con una candidatura superior para el 2023, para que las operetas vuelvan a tenerlo de blanco.

Son llamativas las denuncias que se desentierran en los distintos juzgados por donde pueda haber dejado huellas el diputado. Tras su batalla sin cuartel con Abel Cornejo, que incluyó un cruce en el recinto de la Cámara de Diputados de la provincia donde se dijeron de todo menos que eran lindos; una serie de acusaciones de vieja data, y que por lo general no son tenidas en cuenta por fiscales y magistrados, comenzaron a perseguir a Orozco a punto tal que, tras la casi renuncia del ministro, allegados al oficialismo empezaron a insistir con el desafuero del legislador para bajarlo de la banca que ocupa.

Ahora surgió una nueva acusación, una supuesta amenaza de muerte ocurrida en 2016, aparentemente cuando Orozco se encaminaba hacia su primera postulación como diputado por el partido olmedista.

Esto, de concretarse, se sumaría a los 37 procesos que Abel Cornejo dijo que el ex policía tiene en su haber. Mario Dilascio, quien lleva esta nueva causa en el Juzgado de Garantías Número Dos, ingresó un oficio a la Cámara de Diputados solicitando al “Tuty” Amat el desafuero del representante de Rosario de la Frontera. ¿Habemus ex diputado? Pronto lo sabremos