La esposa del "Uluncha" Saravia, quien prefiere pasar horas y horas en las oficinas del Ente Regulador de Servicios Públicos jugando a las cartas y tomando mate con bizcochitos junto a Carlos Morello que ir a la casa y soportar el malhumor de su mujer, estaría cursando el segundo mes de embarazo esperando a su segundo vástago, por lo que justificaría el atropello a los empleados públicos bajo la excusa del desorden hormonal que le produce gestar una vida en estos meses. Lo que no tiene en cuenta, es que las denuncias por malos tratos no datan siquiera de las últimas semanas, sino que son una constante desde que la empresaria asumió el cargo en enero del año pasado.

Restom ya habría sido advertida por el gremio ATE respecto al comportamiento que ésta tiene con sus afiliados, lo que derivó en un "no volverá a pasar" que se repitió a las pocas horas, por lo que, desde la entidad gremial, que siempre suele ir a contramano de los intereses de sus trabajadores, estarían pensando en algún tipo de medida de fuerza para antes de año nuevo.

Con suerte, y teniendo en cuenta la situación, podrán llegar a hacerle algún tipo de asamblea a la joven funcionaria que no podrá hacer gala de su arma preferida: la victimización por ser mujer. Ya que quien estaría al frente de los reclamos sería también una persona del mismo género.

Esperemos que, por exponer esta situación, Restom no tome la misma decisión de cercenar la libertad de prensa como intentó hacerlo tiempo atrás llevando ante la justicia a un conductor de la radio del empresario Mario Peña, simplemente por decirle un par de verdades incompatibles en sus funciones como servidora pública.