El diputado provincial puede mofarse de que será el autor de que la mitad de los concejales que existen en la provincia de Salta, tendrán cuatro años de mandato cuando sean electos el año que viene, y el resto tan solo dos.
Esto se debe a la modificación que se incluyó en la polémica reforma de la Constitución de la Provincia, que extendió el mandato de los ediles que, hasta el momento, solo era por un par de años.
La medida, lejos de ser aplaudida, fue duramente criticada por la modalidad en la que fue aprobada en la Cámara de Diputados ya que, a última hora del lunes previo al tratamiento del proyecto que suspendió las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias para los comicios locales del 2023, el legislador solicitó "adherir" la misma al escrito original, y sólo algunos legisladores de la oposición, el resto no tuvo reparos en demostrar que lo que menos importaba en un tema tan importante era la ética.
David Leiva, el cantante de cumbia barrial que escaló en la política de la mano del Oso Leavy y el fallecido José Vilariño, para luego recibir asilo en el partido Memoria y Movilización Social que preside, logró que sus compañeros de bancada oficialista conviertan su proyecto en un artículo adherido al proyecto de suspensión de las PASO, sin tener el consenso del resto de sus pares que, al ser minoría, fueron completamente ignorados.
De hecho, algunos opositores como Cristina Fiore, quien advirtió la maniobra poco decente en el recinto durante la sesión ordinaria, plantearon una grave vulneración constitucional por parte del cuerpo legislativo.
La "renovación por mitades", como lo caratuló el artista devenido en legislador, tiene como objetivo garantizar la paridad de género, algo que medianamente se cumplió con las últimas elecciones, al menos en la capital salteña, donde de 21 concejales, 10 de las electas fueron mujeres (Gareca, Álvarez, Benavides, Pérez, Orozco, Am, Bennassar, Gramajo, Jorge y Vargas).
Esta argumentación fue rápidamente desmentida ya que, al mirar la composición de las listas presentadas el año pasado, y cuya tendencia se repite a lo largo de varias elecciones, la gran mayoría de quienes encabezan las diferentes planillas de candidatos son hombres.
De hecho, su teoría se cae sola al momento de recordar que, durante sus dos períodos como concejal capitalino entre el 2015 y el 2019, el cuerpo tenía mayoría femenina.
Uno de los mayores malestares que causó el cantante de tez morena, fue el banderearse por los distintos medios de comunicación locales afirmando que la iniciativa había sido aprobada por unanimidad en la Cámara Baja, cuando en realidad fueron 46 votos contra 12. Los dos restantes, que irían a favor de la iniciativa, pertenecían a Gladys Paredes (ausente) y Esteban Amat, quien presidió la sesión.
Leiva, en otro de sus argumentos mediáticos, afirmó que ésta era la modalidad "menos injusta" para lograr la renovación de los concejos deliberantes (los cuales deberán renovar mitades cada dos años al igual que en Diputados o Senadores). Lamentablemente, para los oficialistas no resulta injusto ya que, sobre todo en el interior, las fuerzas oficialistas son las que más caudales de votos movilizan, por lo que los opositores tendrán esta vez menos bancas.
Lejos de preocuparse por el malestar generalizado no solo en los legisladores, sino también en aquellos aspirantes a ocupar una de las 343 bancas que se reparten a lo largo y ancho del territorio salteño, Leiva continúa disfrutando de la memoria frágil de sus comprovincianos y del poco interés que despierta la política en una provincia donde el 2023 marcó uno de los registros más bajos de sufragantes desde el retorno de la democracia.
Además, con el reality que conduce para encontrar un reemplazante para su supuesto "amigo" fallecido y maestro Claudio Sotelo, sigue penetrando en la sociedad, desviando la atención de los temas que realmente competen, y que terminan avasallando silenciosamente los derechos de la gente que, ilusa, siguen festejando el "epa che" de cada show.
