Es normal, cuando la desinformación reina, que muchos apunten su impotencia hacia la empresa prestataria del servicio que, claramente, es quien se lleva también las ganancias. Pero no es EDESA quien determina el monto que la gente va a pagar de aumento, sino que es el ENTE ya que la empresa solicita una cifra, generalmente alta, y desde allí comienza un supuesto "tire y afloje" para ver quién se beneficia más. Obvio el que pierde es el usuario, siempre.

Ni los comerciantes suelen estar informados, a pesar de consumir bastantes medios de comunicación. De hecho, hoy en Salta es más barato alquilar un local comercial, que pagar la luz del mismo. Un comercio del rubro gastronómico ubicado en el centro paga 840 mil pesos al mes, de los cuales 765.000 pesos corresponden solamente a la energía eléctrica.

La situación, por no culpar solamente a Emiliano Durand por su impuestazo, también se replicaría en el interior del país. Cámaras como la de Comercio e Industria de Orán, o la empresarial de Tartagal, las dos ciudades más grandes de la provincia luego de Capital, los comerciantes pasaron de pagar 70 mil a 250 mil pesos en la factura de EDESA, y el alquiles apenas se les movió entre 20 y 30 mil pesos, llegando a pagar hasta 200 como mucho.

A este tarifazo hay que agregarle que, al menos día de por medio, se vienen registrando cortes de energía en toda la provincia, lo que ocasiona no solamente que los salteños no puedan utilizar ventiladores o aires acondicionados; sino que se queman diferentes electrodomésticos y equipos electrónicos que luego no son reconocidos por nadie.

Pero, mientras Sáenz reclama en redes sociales, Salvano esquiva tomatazos solo por dirigir la empresa prestataria, y los legisladores hacen leña del árbol caído; el Uluncha anda tranqui, con una oficina alejada de los conflictos, y bajo el cuidado de su siempre fiel y maltratadora Vicky Restom que, hablando de ñoquis, hace rato tampoco se aparece por el Boletín Oficial.