Nicolás Demitrópulos es actualmente, aparte de amigo íntimo de Gustavo Sáenz, el titular de la Coordinación Administrativa de la provincia de Salta, es decir, quien maneja la plata y el futuro de los trabajadores estatales: es quien tiene la lapicera.

Hasta hace poco tiempo, era una persona que pasaba hasta desapercibida para el común de la gente. No es de brindar entrevistas ni exponerse mediáticamente, aunque controla y supervisa lo que se habla en la provincia, sobre todo de Gustavo Sáenz.

Pero todo cambió tras la revelación de los gastos de la gestión actual en materia de pauta publicitaria que demostraron que, en tan solo siete meses, el Gobierno de Salta “invirtió” más de 239 millones en medios; de lo cual más de la mitad se repartió en solo diez empresarios.

Tras este escándalo en el Gobierno, ya se empezaron a barajar posibilidades para tratar de “limpiar” la desgastada imagen del mandatario salteño. Tal es así que recurrieron a un viejo conocido en la materia, quien ya estuvo en ese lugar y que incluso fue parte vital en una campaña presidencial: Juan Pablo Rodríguez.

Según los trascendidos, “Juampy”, ex secretario de Prensa en la gestión de Juan Manuel Urtubey, podría desembarcar nuevamente en la provincia, aunque algunas versiones afirman que ya está trabajando para el saencismo, por eso hubo una leve suba o al menos se mantuvo en las últimas encuestas.

Ante esto, se supo que quien tendría las horas contadas es Víctor Lamberto. “Vitín”, ex precandidato a intendente capitalino, se desempeña actualmente como secretario de Prensa; aunque no sería quien maneje las pautas. Eso lo hace el “Mono” Demitrópulos. Éste, si bien está en la cuerda floja, continuaría en su cargo, pero sin la facultad de manejar el dinero destinado a los medios de comunicación. De eso se encargaría Rodríguez. Alguien, tal vez, más competente o con más experiencia en el rubro; y no alguien improvisado que se topó de golpe con el millonario negocio de beneficiar a algunos amigos, y se le terminó yendo la mano.