Política
Arde el gallinero

Ya son dos los funcionarios de Durand que fueron alejados de la Muni por escándalos

Franco Espósito, ex titular de la Secretaría de Prensa, Emiliano Durand y la Subsecretaria de Desarrollo Humano, Romina Champa, los dos funcionarios fueron alejados de la Municipalidad capitalina.

"La culpa no es del chancho, sino de quien le da de comer", es una frase típica cuando se quiere hacer relación a los errores, impericia y negligencias de una persona, pero que en realidad son soportados por alguien de una jerarquización tal vez mayor, al menos en el ámbito laboral. Eso ocurre en la Municipalidad de Salta donde, en menos de siete días, se registraron dos salidas escandalosas del gabinete del intendente Emiliano Durand.

Este domingo se cumplieron tres meses desde la asunción del abogado y conductor de TV en licencia como máximo jefe comunal. Durante los primeros meses, la inminente llegada de las fiestas de fin de año y el jolgorio por carnaval, le dieron la chance de vivir un "veranito" con los ciudadanos que, en realidad, no tenían el foco puesto en materia de gestión y lo que hicieran desde el DEM, si pasaba, pasaba.

Así fue que en la primera semana en la que los niños salteños volvieron a las aulas, y la no tan entrañable normalidad empezó a apoderarse de la rutina diaria, aparecieron los primeros problemas serios dentro de la debutante gestión. Dos funcionarios tuvieron que levantar sus pertenencias y retirarse de las oficinas del CCM con la cabeza baja y bajo los abucheos, prácticamente, del personal municipal y hasta de los dueños de medios importantes de la provincia.

El primer escándalo estalló el martes en la planta de empleados. Un hombre con años de trayectoria en la función pública, sufrió una descompensación, un fuerte golpe y tuvo que ser internado en una clínica de la capital por complicaciones de salud. La responsable: Romina Chanampa, subsecretaria de Desarrollo Humano comunal. Malos tratos, hostigamientos, agresiones verbales, humillaciones y denigraciones fueron solo algunas de las condenas que tuvieron que pagar una decena de trabajadores, simplemente porque a la joven mujer se le ocurrió tener el poder y ganas de hacerlo. Así porque sí. Si el caso no llegaba a los medios, quedaba en la nada misma.

Otro que fue odiado seriamente fue el, ahora, ex titular de la Secretaría de Prensa, Franco Espósito, un experto en ganarse enemigos en el andar de su vida. Los cosechó en empresas de comunicación importantes como Cablevisión Salta, o Edesa; no iba a ser la excepción en la muni. Creyéndose todopoderoso, hizo enojar a los dueños de los medios, tal vez, más influyentes de la provincia que, aunque a veces estén en decadencia, siguen vigentes.

Mario Peña y Javier Matus, dueños de FM Aries y Multivisión, respectivamente; ya habían expresado personalmente al intendente Durand su malestar con el funcionario ya que interfería con el normal cobro de millonarias pautas publicitarias. Justo a ellos, que jugaron su pellejo por Durand y operaron en contra de Bettina Romero. Eso no podía ocurrir. También lo renunciaron. No sin antes haber desviado jugosas cifras de dinero a su mediocre página de noticias que, con toda la furia, tiene 1500 seguidores. Risible.

Volvemos al principio. "La culpa no es del chancho, sino de quien le da de comer". En este caso ambos tuvieron un mentor en el trato y ese podría haber sido el propio hoy jefe comunal. No hay que olvidar que, cuando fue Jefe de Gabinete de Miguel Isa, consiguió beneficios económicos para su diario digital, Qué Pasa Salta; y hasta tuvo reclamos en su contra por no buenos tratos hacia los empleados municipales. Estas malas prácticas no surgen, muchas veces, de los propios secretarios; sino que replican lo que se acostumbra en la cabeza. Pero, lejos de hacer frente, el terminar cediendo como en el despido de ambos funcionarios, demuestran, tal vez, la falta de capacidad operativa del intendente Durand y su camada.

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