Es que, con figuras individuales como Juan Carlos Romero, Juan Manuel Urtubey o el propio Gustavo Sáenz, quienes pueden ganar elecciones por sí solos; es muy difícil que alguien más que ellos suelan tomar algún tipo de notoriedad. Así nacen los dibujados, los “al pepe”, o “los pintados”. Ellos que están ahí, por las dudas tengan que pegar el brinco al máximo sillón provincial; pero después, para nada más.

Esta historia tiene como protagonistas a 2 vicegobernadores; uno en funciones, y el otro mandato cumplido (mc). 2 personajes de la política salteña de los que no se supo mucho en el pasado, ni tampoco se sabe demasiado en la actualidad. Ambos comparten ese toque en común que tienen los últimos números 2 provinciales y es el tener nula injerencia en lo que respecta a la administración.

Walter Wayar secundó al actual senador nacional, Juan Carlos Romero, como compañero de fórmula en las 3 veces que “El Patrón” (como lo llaman en broma, aunque si quieren no es broma) ganó democráticamente las elecciones para ejercer como gobernador.

Antes de ello, poco se sabía de Don Walter Raúl quien había sido intendente de Cachi por 3 años, y diputado y senador provincial por ese departamento. Lo más sobresaliente en su paso por el ejecutivo fue la asistencia casi perfecta a la mayoría de procesiones religiosas que se organizaban en aquellos años (1995-2007).

Similar es lo ocurrido con Antonio Marocco. El “Gringo” hoy es más conocido por su Casa Grande a la que convirtió en una peña imitación de la Casona del Molino; que por sus aportes a la función pública. Eso sucede, claramente, ya que ingresó a la fórmula ganadora solamente por ser el nexo directo con Alberto Fernández, con quien es (o fue) muy cercano.

No hace falta recordar que su cargo, en realidad estaba reservado para alguna figura del interior, con preferencia Orán o Tartagal; pero que quedó en sus manos tras la victoria del Frente de Todos en las PASO del 2019.

Conocido es que ambos son muy afines al kirchnerismo, incluso Wayar siendo candidato por ese espacio en las últimas tres elecciones. Pero muchas veces este fue muy crítico de la gestión actual y, aunque nadie se acuerda que hay un vicegobernador en Salta, esto “dañaba” colateralmente al dueño de Punto Uno, una empresa periodística.

Igualmente, ninguno pudo evitar abrazar al otro con fervor al coincidir en un encuentro organizado por militantes kirchneristas locales al que asistió Agustín Rossi, quien les advirtió a los dirigentes salteños sobre el nuevo rumbo que deberá tomar la vida política de ese espacio de cara al 2023.