Lo que nadie esperaba es que, en menos de 40 días, el municipio ardiera en llamas, peor de lo que lo hizo durante más de una década en la que gobernó el múltiple veces denunciado, destituido e investigado Fernando "Casita" Almeda. Es que la jefa comunal no es, precisamente, una persona abierta al diálogo o de una personalidad negociadora, sino que es una mujer prepotente que suele confrontar en vez de concertar.

En las últimas semanas, Rita Guevara se peleó con el único concejal aliado, con vendedores ambulantes, con feriantes, con comerciantes, con turistas, artistas y empleados municipales. En puertas tiene un paro municipal, un escrache en las puertas de la municipalidad, denuncias del Concejo Deliberante y, lo que podría ser un papelón mundial, la suspensión de la Serenata a Cafayate.

Lo último tiene en vilo a la provincia ya que, luego de Cosquín y Jesús María, el de Cafayate podría ser tranquilamente el tercer festival más importante del folclore argentino y, a pesar de que se realizó el lanzamiento días atrás, y se confirmó una cartelera que incluirá a Abel Pintos, Luciano Pereyra y al mítico Chaqueño Palavecino; éste último expuso de forma pública que todavía no tenía contrato firmado para estar presente en la 50 edición de la Serenata.

Tras eso, un aluvión de artistas se hicieron eco y manifestaron que no cuentan con el documento en sus manos, ni mucho menos dinero a modo de adelanto para poder formar parte de este festival al que muchos irían gratis, según afirmaron, pero todo depende de que la Municipalidad cafayateña deje las desprolijidades de lado y aprenda, aunque sea las buenas prácticas, de su antecesor, "Casita" Almeda, que pudo llevar adelante la Serenata, incluso sin su máxima figura alguna vez.