Pero llamó la atención, al menos en nuestra provincia, lo ocurrido con el resto de diputados y diputadas que suelen pronunciarse en contra de las decisiones que toma Nación. De hecho, a pesar de ser oposición, tres de ellos estuvieron ausentes del quórum, e incluso el bloque al que pertenece pudo haber dado un apoyo importante ya que cuentan con otros 6 compañeros más de otras provincias.

Ni Yolanda Vega (que nadie se explica aún cómo hizo para llegar al Congreso), ni Pablo Outes, y mucho menos Pamela Calletti, se prestaron para debatir el proyecto originado por la Coalición Cívica que busca modificar la fórmula de movilidad jubilatoria y atarla a la inflación. Sus bancas, las que suelen ocupar junto a los legisladores de Unión por la Patria (fuerza por la que llegaron), el Frente de Izquierda, parte de la UCR y otros partidos provinciales, estaban totalmente vacías y contribuyeron a que no se reúna a los 129 diputados que el recinto necesita para sesionar por reglamento.

El único que estuvo presente de los salteños fue Emiliano Estrada que, en sus redes, no perdió la oportunidad para seguir fustigando al gobernador Gustavo Sáenz, en una clara muestra de que no cerró la herida de las dos elecciones perdidas frente al mandatario. De hecho, aprovechó para criticarlo por quejarse de la diferencia que pagamos en materia de consumo de energía eléctrica en el norte, lo que perjudica a toda la provincia. Pero Emi ya parece una cuchara, ni pincha ni corta.