Interior
Crisis

Vaqueros arde y el intendente Daniel Moreno está desaparecido

El jefe de la Comuna ni siquiera omite opinión.

Los constantes hechos de inseguridad que suelen vivirse en urbes más pobladas, llegaron a la tan tranquila villa veraniega “low cost” de Vaqueros, al norte de la ciudad capital.

Allí, en los últimos 10 días se vivieron hechos lamentables que dejaron a trabajadores prácticamente en la nada, y con una policía abollada ante la falta de gestión de un intendente que está fuera de acción desde una serie de denuncias en su contra; y sobre todo de la inentendible Justicia salteña que sigue siendo la mayor causal de delincuencia en la provincia.

El primero de los hechos delictivos que llamó la atención por la certeza con la que fue perpetrado ocurrió en la madrugada del viernes 15 de octubre. Allí, según la información oficial brindada por las fuentes de la investigación, un grupo de personas ingresó a la fuerza al edificio en donde funciona el Concejo Deliberante local, tumbó una puerta a patadas, y se llevaron una computadora y una impresora.

Desde orillas del río comentan que el valor económico de lo sustraído no es más importante que el valor social que esa computadora representaba. Es que el damnificado resultó ser nada menos que un edil opositor al actual jefe comunal Daniel Moreno, y en ese CPU robado tenía entre sus archivos guardados documentación de gran importancia, pedidos de informes y denuncias en contra del “Melli” quien bastante complicada la tiene desde el escándalo de los áridos y el descontrol en las cuencas de los ríos que rodean a su municipio y que derivó con una amenaza de su parte hacia un vecino.

Llamativamente, el alcalde vaquereño no hizo mucho problema por este hecho de inseguridad que atentó contra la población y siguió la semana con temas mucho más importantes; como la presentación de un nuevo logo para la Municipalidad, o la contratación de nuevos CM para que le manejen las cuentas de redes sociales. Eso sí que es primordial. La seguridad puede esperar.

Para cerrar una semana que sulfuró los ánimos de los vecinos de aquella ciudad, el último fin de semana pasado se registró un terrible incidente que involucraría a posibles familiares del alcalde que podrían haber sido beneficiados por una jueza de menores.

Resulta ser que en una de esas fiestas clandestinas de “niños bien” que se llevaba a cabo a pocos metros de la comisaría local, en la cual obviamente no había control policial, se desató una verdadera batalla campal entre jóvenes y adolescentes en estado de ebriedad.

En medio del tumulto, un grupo de jóvenes salió corriendo del domicilio en donde se llevaba a cabo la “clande” y se refugió en la sede policial esperando que no les hicieran daño. Ante el asombro, los uniformados no tuvieron tiempo de saber qué ocurría que fueron apedreados por un grupo numeroso de adolescentes menores de edad.

Tuvieron que llegar refuerzos para que se logre la detención de 6 o 7 de los agresores, entre ellos mujeres, quienes a las pocas horas estaban tomando un Alikal para la resaca en la comodidad de sus hogares ya que la jueza de menores, Silvia Bustos, decidió hacerles una identificación simple y la inmediata entrega a sus padres. Tras este episodio, que terminó con destrozos en la comisaría, Moreno tampoco dijo nada. Medio mudo el muchacho cuando le conviene.

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