Pero sucede que el “Chaqueño”, un hombre ya mayor y con un severo problema para controlar la mala macha, pensó que estaba en la Bodega Encantada, predio de la ciudad de Cafayate donde se realiza la histórica Serenata, en donde él es amo y señor. En el Valle hace lo que se le canta. Si desea subirse "mamadísimo" al escenario, lo hace; si quiere cantar en "tarlipes", lo hace; incluso si desea no cantar y hacer que el resto de artistas de poca monta no tan conocidos suban al escenario a ayudar a que corran las horas para alzarse con un jugoso botín, también lo hace. Pero se topó con una mala organización auspiciada por el municipio que conduce Daniel Moreno, y las pocas pulgas del nuevo jefe de la Policía local.

El show del Chaqueño, el más esperado por los salteños presente en la fría noche vaquereña, empezó más tarde de lo programado. Incluso, llegó a extenderse en el horario en el que debía finalizar, por lo que el jefe de la policía local Miguel Ceballos mandó a sus subordinados a que le hagan señas al cantante para que termine con el espectáculo. Esto a Palavecino no le cayó nada bien y empezó a basurear a los policías, acusó a la organización del evento y reventó el micrófono con el que cantaba en el suelo del escenario. Previo a eso, dejó un mensaje que crispó a todo el mundo.

"Si quieren verme será en otro lado, a Vaqueros no vuelvo más" expresó antes de retirarse del predio mientras insultaba a Daniel Moreno. Allegados al artista, mientras cargaban algunas pertenencias a la camioneta que lo sacó del lugar, remarcaban que el alcalde tenía la culpa ya que, entre familiares, amigos y amantes que hizo pasar a la zona de camerinos para que pudieran manosear al “Chaqueño” y luego presumir en Instagram, lo hicieron subir tarde al escenario.

De llegar a cumplirse el anhelo del “Chaqueño”, los pocos ingresos que tiene la Municipalidad de Vaqueros a sus arcas podrían verse seriamente comprometidos ya que de la explotación de los áridos solo se ve beneficiado el intendente junto a sus amigotes, el río es solo en verano, las carpas bailables optan por no instalarse allí, y encima se gasta lo poco que entra en comprarle adoquines al Loro.