Un hombre sin CUIT: el declive de Alejandro Urtubey

Desde la caída de su negocio principal, la categoría automovilística Top Race, Alejandro Urtubey se convirtió en una figura oscura en el ámbito empresarial. En un proceso que se extendió desde 2013 hasta 2017, acumuló deudas millonarias que culminaron en su quiebra personal. Actualmente, no tiene CUIT registrado en la AFIP, lo que significa que está incapacitado para emitir facturas legalmente. No obstante, esta maniobra -que refleja una situación irregular que lo aleja de cualquier actividad económica formal-, no es más que una treta para desligarse de manera legal de sus responsabilidades.

El proceso judicial que terminó en su quiebra comenzó con el concurso preventivo en 2013. Durante ese tiempo, allí se descubrió que este había emitido más de 260 cheques sin fondos, acumulando una deuda de 11.6 millones de pesos, de los cuales solo pagó poco más de un tercio. Sin embargo, lejos de enfrentar la realidad de su situación, continuó viviendo a un alto nivel y desviando fondos a otras empresas como Nitralco S.A., que facturaba más de 20 millones de pesos anuales, una maniobra que levantó sospechas de lavado de dinero.

Panamá Papers: la off shore de Alejandro Urtubey

Otro episodio oscuro en la vida financiera de Alejandro Urtubey se reveló con la filtración de los Panamá Papers en 2016. Mientras pedía un concurso preventivo en Argentina, abrió una empresa off shore en Florida, Estados Unidos, llamada "Alejandro Urtubey Corp", en septiembre de 2013. Este movimiento, que coincidió con el inicio de su proceso de insolvencia en Argentina, levantó serias sospechas sobre el uso de esta estructura para evadir impuestos y ocultar activos. Peor aún, con su maniobra fraudulenta anterior.

Lo más llamativo de esta empresa estaba vinculada con figuras de dudosa reputación como Norberto Díaz y Tatiana Correcha, ambos relacionados con el fallecido Gerónimo "Momo" Venegas, líder sindical, conocido por su fortuna no justificada y sus múltiples bienes en el extranjero. Las conexiones de Urtubey con personas investigadas por lavado de dinero en Estados Unidos y Europa, claramente, mancharon aún más su reputación.

Fraude inmobiliario en San Isidro y su relación con Posse

El apellido Urtubey también está vinculado a un polémico negocio inmobiliario en San Isidro, donde Alejandro fue protagonista de un escándalo por la adquisición de terrenos públicos a precios irrisorios. En 2003, junto con el empresario Alejandro Gravier, esposo de la modelo Valeria Mazza, compraron la media manzana donde se encontraba el viejo Hospital de San Isidro por solo el 10 por ciento de su valor real. Mientras el terreno estaba valuado en unos 10 millones de dólares, Urtubey y Gravier lo adquirieron por solo 1 millón, con la anuencia del intendente Gustavo Posse.

Este negocio no solo benefició a Urtubey, quien a lo largo de los años emitió cheques por un valor de 140 millones de pesos de los cuales apenas pagó el 20 por ciento, sino que también dejó una estela de denuncias por corrupción que involucraron a distintas figuras políticas y empresariales. Actualmente, más de 15 años después de la compra, el proyecto inmobiliario apenas ha avanzado, pero el valor de los terrenos se ha multiplicado, beneficiando enormemente a los implicados en la operación original.

Un personaje de dudosa moral

La historia de Alejandro Urtubey es un compendio de maniobras empresariales fraudulentas, desvío de fondos y quiebras estratégicas para evadir responsabilidades financieras. Desde su rol como organizador del Top Race, donde emitió cientos de cheques sin fondo, hasta su implicación en negocios oscuros con propiedades públicas y su participación en empresas off shore, Urtubey dejó un rastro de acreedores impagos y denuncias que no hacen más que manchar el apellido familiar, afectando la reputación de Juan Manuel, que aún tiene intenciones de regresar a la gobernación de Salta.

Lejos de ser una figura decorosa dentro del ámbito empresarial, Alejandro Urtubey representa todo lo que está mal en la clase empresarial: el uso de recursos públicos para beneficio propio, la evasión de responsabilidades financieras y la continua explotación de un sistema legal que le permitió huir sus deudas durante años. Mientras su hermano Juan Manuel se hace a un lado y desconoce públicamente su relación, la sombra de Alejandro sigue ensuciando el legado de los Urtubey.