La propuesta propone un sistema unicameral de representación mixta, similar al de Córdoba y La Pampa. Este cambio, argumentan, permitiría un ahorro monstruoso que se destinaria a áreas clave: educación, seguridad y salud. No hay posibilidad de negarse a algo así.

En la provincia, en tanto, esperan ansiosos que por parte de alguien surja la discusión. Los dos párrafos anteriores hablan de la provincia de Santa Fe, una de las más ricas del país, que a pesar de los problemas relacionados al puerto y el narco, es muy diferencial respecto a estructura si la comparamos con La Linda.

Aquí, más de una vez se ha cuestionado cuál es la razón por la cual a pesar de ser una de las provincias más pobres de la República Argentina, mantenemos dos cámaras como si fuéramos un país nórdico. Y es que la respuesta es sencilla ¿Dónde, sino, vamos a dar empleo a la militancia que nos erige en tenedores del poder?

Ambas cámaras, diputados y senadores, funcionan más como un asilo de contención que como elementos legislativos, y la verdad que con el estado general de rutas, hospitales, escuelas y recursos orientados a la seguridad, un ahorro de esa magnitud podría inclinar la balanza hacia un par de puntos de eficiencia nunca vistos. Claro, siempre y cuando no se la roben, diría el desconfiado.

Son ocho las provincias que mantienen el sistema bicameral. La gran mayoría fue más coherente y gasta en función de las posibilidades. Sin embargo, Salta es una provincia castiza.

A los representantes de esa provincia, la de todos les gusta más que el dulce de leche, y contra eso podremos escuchar a grandes referentes de la cosa democrática argumentar que sin Senado provincial, los wichis del norte morirían de inanición. Ahora igual se mueren, pero al menos tenemos Senado, dirán.

A la espera que algún conservador devenido en libertario levante el guante santafesino y comience a hacer ruido con un proyecto de similares características en nuestra provincia, desde aquí decimos hasta mañana. A soñar que la política piensa en la gente y da el paso hacia adelante, total, soñar no cuesta nada.