Política
Juan Emilio Ameri

Sin senos no hay paraíso: la dura vida de "Chupachichi" tras la expulsión de Diputados

Mientras el país entero veía una sesión de Diputados en el peor momento de la pandemia en 2020, Juan Emilio Ameri le besó los senos a su pareja, repudiado incluso por sus pares. (Dibujo: NOVA)

Maltratador, acosador, barrabrava, viejo verde. Tantos adjetivos calificativos para definir a un ex diputado nacional por Salta, no salteño, que pasó a la historia en plena expansión de casos de coronavirus, en la primera ola de la pandemia que les costó la vida a miles de argentinos allá por el 2020. Pero no por algún incidente trágico o por destacar en alguna actividad; ni siquiera por algún proyecto que haya presentado en el Honorable Congreso de la Nación, no. El ex legislador, hoy pasa sus días entre las sombras, sobreviviendo día a día, vendiendo productos como un vendedor ambulante, pero por redes sociales; cobrando algún plan del Estado y olvidado hasta por aquellos a quienes supo mejorarles la vida, o partes del cuerpo, es lo mismo.

Juan Emilio Ameri, dirigente de "El Aguante" en la provincia de Salta, y defensor acérrimo del kirchnerismo más cínico que supo expandirse por todo el país, hoy vive una realidad muy distinta a la de hace apenas dos años. A días de haber cumplido 49 años el pasado 25 de mayo, recibió a un grupo de periodistas en su humilde morada ubicada en Lomas de Zamora, muy cerca de donde, de niño, se crió en casa de sus padres donde funcionaba una pizzería, y donde inició sus primeros pasos en la política cuando su madre, Lidia Beatriz Romero, manejaba una unidad básica del Partido Justicialista, allá por la década de los 80.

Diversos episodios lo llevaron a recaer en Salta. Algunos dicen que fue una manera de escapar de la sangrienta interna que vivía, allá por el 2010,la barrabrava del Club Atlético River Plate. Aunque muchos lo sindican como un fuerte allegado a uno de los ex líderes de "Los Borrachos del Tablón", Adrián Rousseau; él mismo se encarga de desestimar esta versión. Lo cierto es que hasta versiones policiales lo señalan como cercano a uno de los barras más trascendentes en la historia del Millonario, tiempo en el que perdió la vida Gonzalo Acro. Salta fue un lugar que le sirvió para exiliarse, al menos eso dijeron desde su llegada al norte del país.

Con diversas actividades dentro de agrupaciones kirchneristas, supo inmiscuirse en las filas del Partido de la Victoria, que comanda desde hace años el actual senador por Salta, Sergio Leavy. Participó en algunas ocasiones como precandidato a concejal por la Ciudad de Salta, pero el voto popular le dio la espalda, y quedó siempre relegado a los lugares más bajos de la lista que competiría en las generales. En 2017, y a modo de "relleno" (aunque con miras al 2019, eso también hay que contarlo), Ameri se incorporó como candidato en tercer término en la lista que encabezaban Sergio Leavy y Nora Giménez para acceder a una banca en la Cámara de Diputados de la Nación. Ese año sólo accedió el "Oso", aunque 24 meses más tarde, renunciaría para asumir como senador nacional, junto a Giménez, por lo que "el porteño" asumiría como diputado de la Nación. Sorpresa.

Desde que se supo que sería legislador nacional, fueron incansables las acusaciones de militantes del kirchnerismo local que señalaban a Ameri como un "loquito sucio". Esas palabras solo sirvieron para tapar la realidad: Ameri es un acosador en potencia, denunciado penalmente por "compañeras" a las que quería someter sexualmente a cambio de algunos beneficios. Con lo que no contaba tiempo atrás, es que uno de esos beneficios le costaría un repudio a nivel nacional, un escándalo sin precedentes, la vergüenza de propios y extraños; y lo condenaría para siempre desterrándolo de la política.

Celeste Burgos, una joven estudiante de diversas carreras, que hasta septiembre del 2020 era meramente una desconocida, se puso en pareja con el hombre que le saca cerca de 20 años de diferencia. Si bien en el ambiente siempre se mencionó que Ameri era una especie de "suggar daddy", rumoreando incluso el regalo de un terreno en la zona sur de la ciudad y algún vehículo pequeño; nunca hubo una prueba consistente para suponer tal teoría. Nunca, hasta que él mismo metió la pata.

El 25 de septiembre, y mientras parte del país seguía de cerca una de las sesiones virtuales de la Cámara de Diputados de la Nación que se realizaban por Zoom, la joven se acercó al legislador como si de un momento de intimidad se tratara. Con la cámara encendida, Ameri no reparó en bajar unos centímetros el escote en la blusa de su acompañante, bajó la cabeza y le dio un beso en uno de los senos a la dama. Tras viralizarse las imágenes, y ante el repudio de sus pares, Ameri no tuvo más opción que admitir su error, aunque su justificación indignó aún más a la gente.

“La conexión es muy mala, se me cayó internet, justo mi pareja sale del baño y le pregunté cómo quedaron las prótesis porque hace diez días se operó, me dijo que quedaron bien, me mostró las cicatrices, y le dije ¿te puedo dar un beso? y le di un beso en la teta, eso es todo" afirmó en ese entonces Ameri, esperando las disculpas que nunca llegaron. Hoy, vive solo, está separado, y fuma mucho. La joven no tiene ni una cicatriz en el busto y está en pareja con otro joven, edades más acordes dirían las abuelas. La cirugía, para un diputado nacional, seguramente no fue cara, sobre todo nombrando a su amante como asesora. Lo que sí le costó caro fue una simple probadita que lo dejó pobre y sin amor. Los senos más caros de la política.

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