Todo se enmarcó con motivo de la conmemoración de un nuevo Día del Aborigen Americano. El primero en decir palabras alusivas fue Rogelio Segundo, el representante del departamento Rivadavia quien pertenece a una comunidad wichí, uno de los pueblos más castigados de la provincia por los constantes abandonos en materia de asistencia social, agua, deforestación, entre otros.

Tras el discurso que se extendió por más de 10 minutos, el cual despertó el acompañamiento de sus pares (incluida Isabel De Vita quien le cambió el apellido y lo nombró como el intendente de Santa Victoria Este, Rogelio Nerón). Todo marchaba con normalidad y rapidez, hasta que le tocó la palabra al representante del Departamento Santa Victoria.

Osbaldo Acosta empezó con un discurso duro por la falta de reconocimiento por parte de la provincia y el país hacia los pueblos originarios que habitaron los territorios ates del colonialismo español. “En el siglo XVIII, Los Toldos era sometido por los españoles, también Santa Victoria. Existían comunidades sometidas a la esclavitud y trabajos de campo. Pasaron años y sigue existiendo la deuda histórica de devolver las tierras a sus habitantes” arrancó Acosta quien no tenía idea, hasta ese momento, que su “homenaje” traería cola.

“El Marqués de Tojo, quien fuera denominado por el rey de España como titular de toda la parte de Yavi, Santa Victoria y parte de Orán, sigue manteniendo el título nobiliario hasta la fecha. A pesar de que somos un gobierno democrático, le reconocemos la titularidad de la tierra a los españoles, y no las devolvemos al pueblo de la etnia Kolla del departamento Santa Victoria, Nazareno y Los Toldos. Hace muchísimos años que viven ahí y sobreviven con el trabajo diario de la cría de llamas, ovejas y la agricultura. Creo que es deber de la provincia de Salta y de la Nación Argentina, reconocer a nuestros hermanos y devolverle lo que por derecho les corresponde: las tierras” afirmó con vehemencia Acosta, quien replicó el pensamiento histórico de la existencia de un genocidio contra los pueblos originarios en épocas de la colonia: “Existió un genocidio y nadie lo quiere reconocer, existió un genocidio porque trataron de exterminar a todas las etnias existentes en nuestra provincia.”

Tras finalizar sus palabras y luego de una breve argumentación de Patricia Hucena, pidió la palabra Roque Cornejo Avellaneda, integrante del bloque “olmedista”. Sin mucha vuelta, y sin disimular su molestia, arremetió directamente contra su colega a quien acusó de ventilar comentarios, por lo que, manifestó, tiene el deber y la obligación de salir a cruzarlo.

Resulta que el legislador es descendiente del denominado Marqués de Tojo, o Señor de Yavi (Juan José Feliciano Fernández Campero y Pérez de Uriondo Martiarena), un antiguo militar y político argentino, que peleó contra el bando realista (español) tras haber pertenecido a esa fuerza.

“Conozco la historia de cerca. En realidad no mantiene el título nobiliario que le entregó España a sus antecesores, y que él heredó. El Congreso de la Nación reconoció el título nobiliario (del Marqués) por la labor que prestó por la causa de la independencia. Lo mismo hizo (el congreso) respecto al Virrey Liniers por la labor que prestó y la valentía ante las invasiones inglesas. Poco se habla de la historia. Él, teniendo título nobiliario y muchísimos beneficios por pertenecer a la causa realista, se pasa al bando patriota por una estrecha familiaridad que tiene con Martin Miguel de Güemes, con quien en las cartas se llamaban primos. Se pasa a la causa patriota justamente en la Batalla de Salta, cuando (Manuel) Belgrano planeaba la batalla contra (Pío) Tristán. El último día él decide pasarse a la causa patriota entregando todo por la patria: Su patrimonio, el de su familia, la vida de su familia y hasta su propia vida. Fue secuestrado, y como no podía ser juzgado en América por su título, lo llevaron a Perú, donde escapó, pero lo volvieron a meter preso. Lo llevaron en barco para España y lo torturaron durante todo el viaje para que confiese dónde tenía los supuestos tesoros que le pertenecían a él y a su familia. Lo matan y entierran en Jamaica, después de casi 200 años pudimos repatriar sus restos y recordarlo como lo que es: Un héroe que dio su vida por la patria. Si vamos a contar la historia, la contemos entera” expresó Cornejo, notablemente molesto.

Tras esta clase de historia que dejó a más de un legislador con los ojos abiertos, ya que son particularidades que no se enseñan comúnmente en escuelas o libros de años atrás, el que pidió nuevamente la palabra fue Acosta. Dolido por la respuesta del descendiente del Marqués, y según él sin ánimos de “conflictivizar”, remarcó que existió un genocidio de los pueblos originarios.

A lo que agregó que “la gente que murió en representación o en defensa del denominado Marqués de Tojo o Yavi, fueron originarios. Fueron aborígenes los que fallecieron ahí” expresó y redobló la apuesta al solicitarle a Cornejo, como descendiente del sujeto en cuestión, que se encarguen de buscar solución a la problemática de la tierra de los victoreños, originarios, para que puedan devolverle la titularidad de las tierras a sus ancestrales habitantes.

Lamentablemente para el show, cuando Roque Cornejo volvió a pedir la palabra, éste fue denegado por Alejandra Navarro, la legisladora de Anta que oficiaba de presidenta del cuerpo ya que Esteban Amat se había retirado del recinto a hacer vaya a saber qué. “No, ya es un diálogo. En manifestaciones tiene un espacio para contestar” le marcó la cancha la diputada a Cornejo, dejándonos con ganas de escuchar más sobre este conflicto de antaño.