¿Rodeado de patoteros? Franquito... antes eras chévere

En un posteo que luego fue eliminado, un periodista del norte salteño denunció que el joven intendente tartagalense ahora requiere el uso de patovicas para su custodia personal ¿exceso de fama o miedo la descontento?
Tartagal, cabeza del departamento San Martín, se encuentra al norte de Salta. El municipio tuvo su momento de exposición allá por el año 2009, cuando sufrió un alud de lodo que casi se lleva puesta la mitad de la ciudad. Hoy, lejos de esa desafortunada situación pero aun pagando el pato de un sinfín de gestiones populistas, sumado a la tendencia por los mono cultivos y el narcotráfico, la ciudad sigue sin levantar cabeza.
Por allí pasaron intendentes como el ahora senador nacional Sergio Leavy, o el actual ministro de Acción Social Mario Mimessi. Evidentemente, dichas gestiones fueron más dañinas que buenas, y la gente eligió cambiar, pero no tanto, por sangre relativamente nueva.
Franco Hernández Berni llega a la intendencia tartagalense en las elecciones de 2023. Antes fue funcionario municipal, y luego diputado provincial por San Martin. En la Cámara baja tuvo participaciones de corte opositor, cosa que cambió cuando llegó a la intendencia.
De denunciar innumerables veces al gobierno provincial, a caminar de la mano con el gobernador en un abrir y cerrar de ojos. Hernández es también el presidente del Partido de la Victoria, sello creado por el senador Sergio Leavy y de carácter enteramente cristinista, sin embargo, durante la pasada intervención del PJ salteño, Hernández Berni deja de lado esa responsabilidad y se corre, manteniéndose junto al saencismo y dándole la espalda a sus orígenes.
Así fue como ayer, y en una situación extraña, colegas de la prensa denunciaron que el joven intendente norteño ahora transita las calles y reuniones políticas rodeado de un ejercito de patovicas que ante el menor acercamiento de alguien proceden a elevar sus manos o, incluso, vierten amenazas directas hacia quienes osen acercarse a Hernández Berni.
Las fuentes no aclaran si esta novedosa situación de auto defensa y apartamiento del contacto popular responde a que el joven abogado y político está desarrollando cierta aversión al contacto humano o si le pasaron la información que alguien le facturaría, soplamocos mediante, su reciente desplante al kirchnerismo salteño, al afirmar que el tiene la responsabilidad de gobernar para los tartagalenses, y eso incluye trabajar cabeza a cabeza junto al gobernador Gustavo Sáenz. Todo un misterio, esperemos que la desagradable situación pase pronto.