Claramente las críticas no se hicieron esperar, y quien levantó la voz (el teclado en realidad) en primera instancia fue el concejal del PRO por Capital y uno de los ediles más votados en la última elección: José Gauffín. El referente de Juntos por el Cambio acusó a Posadas de siempre bancado por los gobernadores de turno, oportunista, panquequista y con convicciones para todos los gustos; además de recordarle su condición de eterno perdedor en las urnas.

Es que llama poderosamente la atención de propios y extraños que Posadas haya aparecido junto a alguien con quien no comparten ideologías políticas, ni comentarios entre uno y otro. Es más, Larreta es más allegado al romerismo ya que en una de sus últimas visitas a la provincia, primero pasó por las oficinas del Centro Cívico Municipal (CCM) a saludar a la jefa comunal y, recién tras ello, se reunió con los referentes del macrismo en la provincia, en donde hubo asado y caras conocidas.

De hecho, si hilamos fino, podría decirse que Posadas tiene orígenes radicales, aunque fue expulsado del partido centenario por haber creado una fuerza de poca monta como lo fue el Frente Plural, partido que en Salta Capital perdió abruptamente en agosto del 2021, y que apenas logró ingresar a un periodista como diputado en 2019.

Tal parece que la estrategia de Posadas sería alterar ánimos solamente, ya que ningún político serio de la talla de un presidenciable lo tendría en cuenta, sobre todo tras los resultados de las últimas contiendas electorales a las que se presentó, y en donde quedó siempre relegado. De radical a plural, de plural a urtubeycista, y de crítico de la gestión actual, a candidato de Gana Salta, que no ganó nada en realidad, y que tras ese papelón no le quedó otra que renunciar a su cargo como funcionario para que los medios no lo fustiguen.