Gonzalo Quilodrán, quien debería ser hoy uno de los excluidos de la política por haberle quitado la vida a un joven a bordo de un vehículo, es hoy el encargado del las comunicaciones argentinas por su cargo como director del ENACOM. Desde hace unos meses viene otorgando licencias radiales a operadores afines al oficialismo provincial, espacio al que criticó duramente hasta 2021 cuando se mostró como enemigo del hoy Gobernador y fernandista de la primera hora.
A pesar de haber declarado públicamente que estaba enemistad con el mandatario provincial, últimamente dio algunos indicios de que ahora podría jugar del otro lado del mostrador. En 2021 su pareja, Pamela Ares, quien supo ser funcionaria de Juan Manuel Urtubey, compitió por la senaduría de Capital logrando un vergonzoso resultado en las urnas y dejando en evidencia la utilización de recursos de Nación para solventar su campaña, como viajar en el avión presidencial junto a Alberto Fernández en una de sus visitas a Salta.
Por su parte, Quilo no pudo captar nunca el voto de la gente. Luego del siniestro vial que protagonizó al atropellar a Néstor Milagro Lopez mientras era secretario del Interior de Urtubey, y que terminó con su víctima fallecida y su renuncia al cargo, intentó llegar a distintos puestos como la Cámara de Diputados o la intendencia salteña. En todas la gente se negó, obteniendo resultados decepcionantes. Igualmente supo ser un funcionario comodín y algún puesto ligó desde que incursionó en la función pública.
Ahora se lo vio muy cercano al oficialismo local, siendo uno de los acompañantes de la ministra de Desarrollo Social de la Nación, Victoria Tolosa Paz, durante su gira por Salta y acompañó a intendentes saencistas en los recorridos. En las últimas horas, fue uno de los personajes que estuvieron junto a Alberto Fernández en su reciente visita a tierras salteñas y se lo pudo ver, entre otros, junto al ministro de Gobierno salteño, Ricardo Villada.
Estos últimos actos hicieron pensar a muchos de los analistas políticos sobre el rol que jugará Quilo en las próximas elecciones ya que, además, cuenta con partido propio para bajar recursos económicos. El pasar de un frente a otro sin respetar las mínimas doctrinas de algunos partidos es moneda corriente en tiempos en los que la gente vota a personas y no a partidos políticos. De sumarse al oficialismo, el collar de sandías que supo ser su esposa hace dos años pasará a ser una contra dentro de las filas del actual gobierno.
