En este contexto, dos quieren zafar, y unos cuantos más quieren llegar. Las posibilidades reales no son muchas. El contexto nacional será determinante, como también importará el apoyo que brinde el gobernador salteño Gustavo Sáenz ¿Quiénes son?

El actualmente imputado, Emiliano Estrada, que casualmente finaliza su mandato como diputado nacional, se anota tácitamente ¿Por qué? Porque no deja de plantearse como oposición, tanto veladamente desde su cueva de trolls, que buscaba corroer las imágenes de varios políticos, empresarios y formadores de opinión locales y que le costo un desagradable escándalo de niveles nacionales cuando sus propios empleados lo denunciaron luego de que este los abandonara haciéndose el que se piraba silbando bajito.

Estrada aun no determina si será candidato a diputado nacional nuevamente con escasas posibilidades, o intentará la épica de ser la pata kirchnerista que puje por una de las bancas que quedarán libres en el Senado nacional, lo que le significarían seis años de fueros. Estrada piensa en hacer “La gran Cristina (Kirchner)”, sin chances como opción para disputarle el poder a Sáenz, quien ya lo venció, ahora va por los fueros. Lamentable.

El Oso que siempre pierde, pero siempre está, Sergio Leavy, quiere seguir. Si bien no sabe cómo, el hombre que supo ser el estandarte kirchnerista construyendo votos desde la pobreza y dejadez de uno de los departamentos más postergados de nuestro país, el departamento San Martin cuya capital es Tartagal, ya fue multi candidato en otras elecciones.

El hombre no se hace drama, le dicen “Oso” pero también le podrías decir el Cara y’ Piedra. Actualmente perfil bajo por la caída en desgracia de su jefa y protectora, Cristina Kirchner, mide para donde rajar a refugiarse.

Le gusta baires y la rosca gorda, pero las chances son muy pocas debido a que el kirchnerismo quedó reducido a cenizas en Salta. 200 o 300 militantes fieles sueñan con la patria Nac&Pop, pero casi un 65 por ciento del padrón se volcó a favor de Milei y la motosierra. Los salteños sabemos mucho de casta y Leavy es casta al cuadrado.

Juan Carlos Romero, “El Jucaro”, ya está para jubilarse, pero sin embargo es hábil. Fue el motor de varias jugadas dentro del Senado nacional y eso le valió la consideración de la mesa chica libertaria. De muy buena relación con la postergada Victoria Villarroel, Romero tiene muleca y conoce mejor que nadie el funcionamiento de ese laberinto misterioso y oscuro conocido como Senado Nacional

¿El problema? Romero es hijo de gobernador, fue gobernador y es padre de una ex intendenta y de un diputado provincial, La Libertad Avanza observa serios problemas para venderlo al electorado como el remedio a lo que el mismo representa y eso es un drama. Puede solucionarse si va junto a una mujer, como segundo y silbando bajito, sin aparecer, pero es muy difícil que esto suceda.

Otra opción es ser “el hombre” de Gustavo Sáenz, en lo que podría llamarse un “Gran Acuerdo Provincial”, pero esto es muy difícil, si bien conversan, algo de pica quedó tras las elecciones pasadas.

Juan Manuel Urtubey, “el Urtu”, Juanma, pero quienes lo conocen se refieren a él como Juan, a secas, va a jugar. En algunas mesas dice que no, en otras dice que si y en otras habla de la paternidad y el poder dormir los fines de semana, pero lo cierto es que no le gusta la figura del outsider.

No nació para eso, ni es una persona que se conforme con poco, además en este país no se respeta a los funcionarios que dan el paso al costado, y ya son seis los años que se cumplirán desde que dejó el poder.

El hombre extraña, a veces. La oportunidad: no hay kirchnerismo, y en ese contexto es un buen candidato peronista de perón: le dijo que no a Mauricio Macri cuando ojitos color de cielo lo seducía con la vicepresidencia, asegurando que el era peronista. El interior puede darle más de una alegría, y Gran Bourg también.

La niña terrible, María Emilia Orozco juró hace quince minutos, pero lo cierto es que es la única en Salta que tiene imagen provincial para bancarse una elección de esta importancia. Mide bien y no para de recorrer la provincia.

Puede saltear el cerco mediático de los medios comandados desde el oficialismo y no necesita que la entreviste ningún canal o radio local, sus redes son candentes y mediante un llamado, Johny Viale la sienta en el prime time de la República Argentina poniéndola en la mesa de muchas familias salteñas a la hora e la cena ¿Puede compartir fórmula con Juan Carlos Romero? Técnicamente si, discursivamente no ¿Se animará, querrá?

María Emilia juró como diputada en diciembre de 2023, los salteños podrían perdonar o castigar una actitud casi testimonial, habrá que esperar su decisión o la de sus jefes políticos y ver que pasa. El resto es un misterio y todo puede suceder, aun falta. Las elecciones provinciales tal vez sean un termómetro de lo que pasará.