El metrosexual apoderado del Partido Justicialista de Salta y también secretario administrativo de la Cámara de Diputados (algo así como el dueño de la billetera), sorprendió organizándole el acto de lanzamiento de campaña a los candidatos por el PJ local y a quienes éstos apoyan, entre los que se encontraba el senador provincial de Capital y candidato a intendente, Jorge Mario Emiliano Durand.
Entre besos, abrazos, y manos levantadas con los dedos en "V", los supuestos peronchos apoyaron la candidatura de los candidatos marketineros en un salón chico que se vio más vacío que en las mediocres fiestas retro que suelen realizarse fuera de época electoral.
Semanas atrás, mientras se definían los frentes electorales, sorprendía al arco político la declaración de Gastón Galíndez en un medio local. Sin miedo al éxito, el Jhonny Bravo de la política vernácula arremetía contra el senador provincial y aseguraba que Bettina Romero, era una mejor opción para la ciudad, en pocas palabras. "A Bettina la vimos gestionar, Emiliano es más una promesa que una realidad" expresaba una de las máximas autoridades del partido peronista.
Los dichos calaron duramente en el entorno del círculo rojo. Uno de los alfiles del oficialismo, inclinaba la balanza a favor de una de las dos candidatas que se disputan el municipio por ese espacio. Hubo resentimiento, operaciones, y hasta tirón de orejas para Galíndez. Desde la Comisión de Acción Política, una especie de presidencia paralela en el armado político, Outes y Hucena querían comerse vivo al secretario administrativo de la Legislatura y, para adoctrinarlo, pusieron al PJ dentro del frente que lidera Durand.
De esta manera, y recién hasta la última semana, hubo cierta incertidumbre respecto a la postura de GG con uno de sus candidatos. Si bien los propios del PJ son Juan José Esteban o Laura Cartuccia; ambos se muestran constantemente con Emiliano para intentar sumarse algunos porotos para ellos mismos. La espera terminó, y Galíndez hizo lo que muchos esperaban que no hiciera: mostrarse junto a Emiliano, aquel al que había criticado.
Aunque trataron de evitar la foto abrazados y enlazados en un mismo fervor, sí se los vio juntos y hasta posaron para las fotos con los brazos en alto y con los dedos en "V". No se cantó la Marcha Peronista de Hugo del Carril solamente porque hoy cantarla es sinónimo de derrota electoral por lo que, para no herir susceptibilidades, sobre todo tras migrar el acto de la sede de calle Zuviría, en vez de militantes del PJ optaron por llevar asistentes a los cursos de Emiliano, algunos estudiantes de la UPATECO de Morello, y un puñado de pacientes del "Gordo Esteban" que de peronistas tenían lo mismo que Emiliano Durand de emprendedor.
Para no quedar pegado al PJ, Emiliano ni siquiera subió las fotos a sus redes sociales y optó porque los candidatos que van en su línea lo hicieran. Vergonzoso encima.
