Del "Paco Cero", al Ente Regulador; de Libres del Sur, a esclavos del norte; del urtubeycismo al saencismo. La vida fue bastante caritativa con Carlos Morello, el líder piquetero por experiencia en la provincia. Con el discurso de pelear por los más necesitados, supo formar una estructura política sólida que lo depositó alguna vez como concejal capitalino, y luego como diputado. Abogado, fundador del movimiento Barrios de Pie en Salta, dejó de lado las ollas populares en las calles para ser uno de los funcionarios que más mutó en los distintos gobiernos, asentándose como un verdadero parásito de la función pública. Ayer fue premiado con un cargo desconocido, desconocido como los ingresos que ahora tendrá que superarán, tranquilamente, los 500 nuevos billetes naranjas de San Martín por mes.

A Morello no se le conoce trabajo alguno. De hecho, muchos afirman que, al haberse inmiscuido desde temprana edad en la política, ni siquiera litigó. Simplemente por enumerar las últimas experiencias laborales conocidas: de 2005 al 2007 edil, 2007 a 2011 diputado, luego coordinador de Políticas Regionales del Ministerio de Gobierno con Juan Manuel Urtubey, y secretario de Defensa del Consumidor con el mismo mandatario. Con la nueva gestión ya ocupó dos cargos: director del Enter Regulador de los Servicios Públicos, y ahora rector de la Universidad Pública de Administración, Tecnología y Oficios (UPATecO). En medio, varias elecciones perdidas como cuando su lema de campaña era "Paco Cero", con un intento frustrado por llegar al Congreso de la Nación, o cuando mutó al color verde manzana para ser candidato del Frente Plural con Matías Assennato como alero.


Su última gran hazaña, fue la autorización en la tarifa de energía eléctrica que brinda de forma monopólica la empresa EDESA. Fue la frutilla del postre con la que, aparentemente, habría conseguido el ascenso recién logrado para dejar de depender del humor del Uluncha Saravia.


El Encargado de recibir partidas millonarias en conceptos de "salario social", siendo el capo di tutti capi de los planes sociales, es una de las plagas que siguen sobreviviendo al paso de gobernantes a quienes, a cambio de un buen sueldo mensual, prometen no hacerles manifestaciones, acampes y ollas populares en las calles y edificios públicos. Incluso, a modo de disimular que realmente hace algo como para que le giren fondos, se pliega a marchas y manifestaciones en contra de algún tema que se esté programando a nivel nacional; pero no contra funcionarios salteños, que no son blanco de las masivas movilizaciones y cortes de calle que se realizan semanalmente.


De experiencia al frente de una universidad, nula y alarmante, por cierto, no tiene nada. Hasta se animó a admitirlo en entrevistas realizadas este martes y donde dejó en claro que acá no importa quienes puedan llevar adelante una gestión de la mejor manera posible, sino que pesa más la cantidad de gente que pueden movilizar a las urnas en 2023, fecha hasta la que será funcionario, salvo que siga siendo útil para la función pública que, si se llegara a ir alguna vez, lo estará muy agradecida.