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El ex secretario general de la Gobernación y candidato a lo que sea, ya está trabajando junto a su estructura poco rendidora de cara a los comicios del año que viene. Recorriendo barrios, realizando reuniones, entregando pelotas, camisetas de fútbol o prometiendo alguna retribución, el ex funcionario ya puso primera para ser nuevamente candidato a diputado, aparentemente, provincial, ya que no le darían los números para aspirar al Congreso de la Nación. Una reunión mantenida en las últimas horas, sostendría la versión de que vuelve al lado de un “viejo amor”.
Las elecciones del pasado 15 de agosto significaron el fallecimiento político de una figurita repetida para los salteños. O al menos eso creían algunos que, al ya no verlo en los medios de comunicación, y con poca actividad en sus redes sociales, daban por extinto al camaleónico Matías Posadas quien, durante los últimos cuatro años, se mostró como un acérrimo saencista. De hecho, por esa línea fue precandidato a intendente en 2019, obteniendo una dura derrota ante Bettina Romero quien ganó las PASO y se convirtió en la primera jefa comunal de la capital salteña; y dos años después fue vapuleado por Emiliano Durand en la categoría para senador provincial, quedando Posadas en cuarto lugar muy por detrás de Martín Grande y del voto en blanco. Es decir, la gente no estaba ni disconforme con el entonces funcionario, sino que ni siquiera lo registraba.
Tras esa dura derrota, una más en su haber, Posadas renunció a su cargo en el Gobierno y se adentró en las profundidades del abismo electoral y el silenzio stampa. No se supo más nada del fundador del Frente Plural por varios meses, hasta el día que mantuvo un breve encuentro con el Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, de quien sólo le interesó obtener una fotografía para subirla a cuanta red social posee. Dicho encuentro provocó la reacción en cadena de los referentes del PRO salteño que inmediatamente saltaron a la yugular de sus dirigentes nacionales pidiendo algún tipo de explicación sobre la reunión del candidato presidenciable, con quien ellos tildaron de “siempre perdedor”.
Lejos de prenderse a la disputa con dirigentes más desconocidos que él, Posadas mantuvo un perfil bajo y la poca exposición en redes sociales, hasta las últimas semanas. Durante el mes de abril mantuvo distintas reuniones organizadas por su poco eficiente equipo de campaña, mismo con el que viene trabajando desde hace varias elecciones, y que no le trajeron mucho resultado positivo. Con el apoyo de alguna funcionaria que retuvo su cargo tras la salida del Eterno Perdedor del Grand Bourg, visita merenderos, comedores, equipos de fútbol barriales, llevando consigo alimentos, camisetas, pelotas y el discurso de siempre prometiendo trabajar para gestionar recursos a los sectores más vulnerables.
En las últimas horas, Posadas volvió a despertar el interés, nada simpático, de la política salteña tras subir una fotografía junto a otro referente de lo que fue el gobierno de Mauricio Macri. Posando al lado de Rogelio Frigerio, argumentó que coinciden en la “necesidad de construir un proyecto político federal que dé respuestas a los problemas de los argentinos”. El posteo llamó la atención ya que Frigerio fue uno de los partícipes del cónclave que organizó semanas atrás Juan Manuel Urtubey entre dirigentes que buscan “cerrar la grieta” por lo que surgió la duda existencial de saber si Posadas vuelve al lado del ex gobernador salteño. Dicen que siempre se vuelve donde uno fue feliz, y con Juanma fue funcionario sin sobresaltos, diputado y también, como es su marca registrada, un gran perdedor.
