Sobre la alianza que conformó Nanni con fuerzas como el PRO o Ahora Patria, que se repite como en 2021, Correa fue muy crítico al mencionar que en Salta, el PRO "no existe", y afirmó en Twitter que la única fuerza democrática y republicana que sigue en pie sigue siendo la Unión Cívica Radical. Sobre esto, destacó que él, puntualmente, no es antiperonista y que busca la unidad. Esto claramente demuestra el desinterés del Chato de ir contra el PJ local y, sobre todo, de aliarse con ideologías anti K.

Estas palabras calaron hondo en los radicales locales que no se sienten tan a gusto en no ser combativos con el peronismo, rival histórico del partido correligionario. Es que, si la UCR provincial, que no cuenta con tantos adeptos como sí lo tiene el justicialismo, no va de la mano con JXC, podría allanarle el camino al oficialismo provincial para que se levante con una amplia victoria como lo hizo en los últimos comicios provinciales.

De hecho, en esa ocasión la balanza quedó del lado del cafayateño Nanni quien, a través de la fórmula con el PRO y Ahora Patria de Alfredo Olmedo, quedó con los lugares más importantes en los cargos legislativos disputados. Correa, solo logró ingresar dos concejales de 21 bancas en disputa en Capital y un convencional constituyente, mientras que JXC logró obtener cinco puestos en el Concejo Deliberante de Salta con José "Mr. Burns" Gauffín a la cabeza, y cuatro convencionales.

En las candidaturas para el senado provincial y la Cámara de Diputados, el resultado fue mucho peor para los dirigidos por Correa. Mientras Juntos por el Cambio logró posicionarse como la tercera fuerza más votada en Diputados, consiguiendo dos bancas; el propio "Chato", que encabezó la lista radical, apenas pasó el piso del cinco por ciento de los votos, y quedó muy por detrás del legislador electo menos votado que fue David Leiva. En el senado, Martín Grande quedó en segundo puesto, detrás del electo Emiliano Durand, y el candidato de la UCR culminó en quinto término.

Por el momento los números, en elecciones y asambleas radicales, se los lleva Nanni que buscará a toda costa renovar un período más en el Congreso de la Nación, y para ello sabe que con el radicalismo solo no le alcanza. Además, los correligionarios en soledad no son considerados una posible oposición para el oficialismo actual (ya quedó demostrado con Vargas y Monteagudo en Diputados), por lo que la única opción viable, por el momento, es una alianza para hacerse con algunos cargos.

Igualmente, tras bastardear a Nanni por todos los medios posibles, resulta dificil creer que vaya a existir consenso entre ambos por lo que, probablemente, se repita la división que hubo en 2021 y que benefició a otras fuerzas ajenas al partido centenario.