Panorama Político Salteño
El escenario

Pa' las que sea: Lau "Cartrucha" ahora quiere ir al Senado

La diputada Laura Cartuccia, quién ahora quiere ir al Senado. (Dibujo: NOVA)

Las elecciones legislativas 2025 están llegando y prometen sacar chispas entre los candidatos. Por ejemplo, la diputada Laura Cartuccia, como otros tantos personajes de la política salteña, dejó al desnudo sus intenciones de destronar al legendario vampiro inmortal, Juan Carlos Romero y sacarle la banca en el Senado.

Tanto así que lo invitó a través de sus redes sociales a un debate público, para que el “viejo lobo” Romero explique a los salteños que hizo en sus 26 años de senador y sus 12 de gobernador, ya que Cartuccia considera que el Juanca no hizo otra cosa más que calentar la banca y envejecer cómodamente sin apuros en la política.

Esta iniciativa dividió las aguas y hubo muchos que se pronunciaron a favor del pedido de la diputada, pero no solo para increpar a Romero, como caniche tras las rejas, sino también para que pueda defenderse de múltiples acusaciones que pesan, hace muchísimo tiempo, sobre su persona y que tiene descontentos a más de un salteño que la padeció.

Desde su entorno cercano y no tan cercano aseguran, que su gestión deja mucho que desear y la catalogan de indignante ya que, en lugar de trabajar por el bienestar de la comunidad, se ha aprovechado de las necesidades de la gente al organizar lotas solidarias y bingos de poca monta apareciendo en sus redes cantando números de la suerte entre niños y mujeres de los barrios en plena campaña electoral (luego no apareció más).

Además, fue titular de ANSeS en Salta y no llevó a cabo ninguna gestión importante durante su tiempo en el cargo. Como diputada la acusan de dedicarse más a mostrar su vida familiar por Facebook, en lugar de gestionar proyectos importantes para mejorar la calidad de vida de los salteños.

Por ejemplo, hace poco tiempo atrás, se fue contra la distribuidora de energía EDESA y se quejó de las fuertes tarifas que aplica la empresa a los usuarios, además de los cortes intermitentes sin previo aviso, algo que debería ponerlo en la mesa de debate del recinto a través de un proyecto de ley y no en sus redes sociales.

Tal es la disconformidad con la pasividad de la diputada que algunos decidieron apodarla Laura “Car-Trucha”, por todos los curritos que manejó por años y de los que prefiere no hablar, como cuando cobró 4 sueldos en simultáneo, de diferentes organismos públicos, que, escapó por la ventana de la Legislatura, cuando una columna de docentes, marchaba, para ser escuchados por quienes se decían sus representantes.

Que, cuando cumplía funciones en la Municipalidad, muchas mujeres del sector popular la acusaron de maltrato y ejercer violencia contra ellas, por el solo hecho de acudir al organismo a buscar soluciones ante muchas problemáticas barriales.

Pero no solo Cartuccia maltrataba a sus pares de género, sino que también era secundada en la violencia contra mujeres vulnerables, por su marido, Carlos Vargas, que dicho sea de paso es una figura que nadie sabe bien de qué vive, además del AP (agrupamiento político) que tiene gracias a su mujer.

Cabe destacar, que la legisladora tuvo serias aspiraciones a ocupar la Intendencia capitalina pero que desde “arriba”, la bajaron como “pajarito hondea’o”. Por no estar capacitada para dicho cargo.

Pese a todo esto Cartuccia pone un huevo en cada canasta y va manoteando a lo “tonto” para ver si puede cazar alguito que, por lo menos, mejore un poco su imagen.

Como por ejemplo querer medirse con Romero, que por ahora no respondió al reto de la funcionaria, quien no se conforma y quiere ir contra el voto popular que la eligió como representante en la Cámara Baja, para ir al Senado de la Nación. ¿Será que esta vez le da la talla?

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