Oxidado y aburrido: Durand Cornejo, el optimista del voto
El trabajo dignifica al hombre, el esfuerzo lo hace grande y si lo hace en servicio al prójimo el valor se duplica, dice la famosa frase. Sin embargo, no se aplica para todos los casos y mucho menos para todos aquellos políticos que, pese a sus limitaciones cronológicas, no se dan por vencidos y quieren darlo todo para obtener las últimas succionadas de la teta del estado.
En Salta tenemos varios ejemplos de figuras políticas longevas que pelean cabeza a cabeza por quien se lleva el primer puesto a la estadía más larga en cualquier puestito político a lo largo de la historia. Por un lado, tenemos al senador nacional por Salta, el legendario Juan Carlos Romero que lleva 36 años, con la misma cara y diferentes funciones. Ahí nomás y por una pequeña diferencia, encontramos al senador provincial, Mashur Lapad, quien ostenta poco más de 32 años en la política y el otro, aunque en menor escala, pero que promete romper récords, es Guillermo Durand Cornejo, quien ya está aceitando los motores para volar, sin escalas, hacia Congreso Nacional.
El septuagenario, no se da por vencido y lejos de anunciar su retiro ya manifestó su intención de ocupar un cargo legislativo a nivel nacional, ya que la banca que ocupa como diputado provincial, le parece poco y no está acorde a sus aspiraciones, según manifestaron desde su entorno más cercano.
Es por ello que el “simpático abuelito” de la Legislatura, ya comenzó a reunirse con políticos de la rama libertaria, quienes no se sienten cómodos con la presencia del empresario de la chaqueta amarilla, Alfredo Olmedo y muchos menos con la representatividad de Carlitos Zapata y buscan caras nuevas con deseos de trabajar fielmente por las ideas libertarias, aunque ello implique pensar en Cornejo que ya está más para regar las plantas de su jardín y admirar el ocaso recordando, tal vez, alguna vieja reminiscencia, de su juventud mientras los nietos le patean “las canillas”.
Sin embargo, muchos aseguran que ya hay un gran descontento entre los fieles seguidores del “Abogado del pueblo”, apodo que se ganó cuando era titular de Codelco, ya que fue elegido por el voto popular para representar a los salteños en la Cámara Provincial y ahora pretende desertar. Aunque algunos son más realistas y resignados manifiestan que le da lo mismo que Cornejo se quede o se vaya, ya que lo que aportó en su carrera política a la provincia es nada, nunca sacó un proyecto de relevancia que beneficie a los salteños, por lo tanto, su presencia sólo inclina la balanza para su bolsillo y el jugoso sueldo que percibe hace décadas por pasar desapercibido. Ah, y claro, de la apetecible jubilación a la que aspira. Éramos muchos y salió el Guille del baúl de los recuerdos.