Panorama Político Salteño
Elecciones 2023

"Omelette vegano", nuevo apodo para Durand que no tuvo "huevos" para debatir

Emiliano Durand y Darío Madile, precandidatos a intendente de Salta. (Dibujo: NOVA)

Cobarde, gallina, pusilánime, blando, flojo, menguado, mandilón, miedoso, cagón. Todos estos adjetivos calificativos reconocidos por la Real Academia Española (RAE) quedan cortos a la hora de definir a quien quiere ser el próximo intendente de casi la mitad de los salteños de toda la provincia, pero que no tiene el coraje necesario para competir intelectualmente con sus adversarios que, no importa la talla, tienen verdaderos planes de Gobierno en caso de asumir.

Emiliano Durand creyó tener todo en el bolsillo. Confiado en el poder de sus medios, de medios aliados, de páginas de facebooks manejadas por aficionados a las catarsis o ataques anónimos; dudó que alguien pudiera hacerle frente al poder de fuego que presenta de cara a las elecciones del próximo 14 de mayo.

Tristemente para él, y aunque varios de los candidatos de su misma rama terminen jugando a su favor, el tiro se lo dio en los pies y terminó por dejar en evidencia su poca pericia, estrategia y voluntad de gobernar la ciudad más grande de la provincia.

Sumido en un resentimiento profundo, sentimiento de dolor que lo hace tener manifestaciones hostiles para con quien lo llevó a hoy ser senador por la Capital salteña, Durand encontró en su camino al CCM a otro dolido de la política anti corrupción que intentan fomentar desde la Municipalidad.

Darío Madile, uno de los "carilindos" de la época de Miguel Isa, quien parece más joven de lo que es y vive de la política desde hace más de una década; llegó al Concejo Deliberante de la mano de Bettina Romero y hoy es uno de sus más grandes detractores.

Claro, como mencionamos en artículos anteriores, el enojo radica en los controles que le hicieron al organismo que él dirigía el cual presentó balances en rojo durante su gestión.

Es tanto el odio, el resentimiento y el miedo que ambos personajes tienen de un nuevo mandato de la actual jefa comunal, que pergeñaron todo para que el debate de candidatos a intendentes quede truncado.

Arrugaron, no se animaron, se ciscaron (por no decirlo en argento). Sabían que en un "mano a mano" con otros actores como Bettina Romero, los kirchneristas o la mismísima izquierda, perderían en ideas, en proyectos, en plan de Gobierno. Fue tanto el rencor de estos dos sujetos que privaron a toda una ciudad de conocer qué es lo que proponen aquellos que pretenden ser sus gobernantes hasta el 2027.

Atentaron contra la democracia, y quieren ser gobierno. Madile, como si el Concejo fuera una sucursal de campaña de Emiliano Durand, se encargó de buscar los consensos necesarios para que el debate sea suspendido por uno de los cuerpos de ediles más improductivos que tuvo la ciudad de Salta, con incapaces como los "hermanitos" Pablo López y Agustina Álvarez que juegan al Gran Hermano en el recinto con su "papi" José Miguel Gauffín.

Con el humitero José Darío arcía y la etílica Soledad Gramajo como aliados del madiledismo; con el hijo de un mafioso sindical, hermano de un golpeador de periodistas y acusado de abuso como lo es Arnaldo Abel Ramos; con los arrodillados de Barrios de Pie, Malvina Palarik y Ignacio Gareca; con Guillermo Kripper que se quema tomando agua de un termo; y no nombramos a más porque ni se los conoce.

Gallinas les queda grande porque al menos esas ponen huevos; Madile y Emiliano Durand ahora son llamados “omelette vegano”, justamente por falta de huevos.

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