Panorama Político Salteño
Alternativas

No alcanza con esconder a Sáenz: Salta necesita un líder y no un mito

Un año de incertidumbre y falta de capacidad en la gestión. (Dibujo: NOVA)

Bastó un año para que toda una provincia se diera cuenta de que había comprado un buzón, el caudillo capitalino que se impuso en las urnas por un 53 por ciento de los votos cayó en desgracia y no solo no mueve el amperímetro, sino que comienza a rumorearse que ya es un “piantavotos”.

La introducción podrá sonar excesivamente dura, pero no lo es. El actual gobernador de Salta asumió con una imagen positiva del 73 por ciento y a la fecha de hoy no supera el 28 por ciento ¿Qué sucedió al medio para tamaña detonación?

Impericia

Los líderes más renombrados de la provincia se mofan hasta el hartazgo de la probada incapacidad de Sáenz para llevar la provincia adelante. Gustavo Ruberto (tal su verdadero nombre) fue incapaz de nombrar a un gabinete que esté a la altura de las circunstancias. Pulleiro, Villada, Medrano, Cánepa, de los Ríos, etcétera… no tienen idea de donde están parados o que hacer al respecto.

La prueba de fuego fue la pandemia: a Medrano se le incendiaron las Unidades de Terapia intensiva en fracciones de segundo, de los Ríos no para de autorizar desmontes ilegales, a Pulleiro se le murieron policías por Covid y casi provoca un alzamiento en las fuerzas policiales a nivel provincial y Cánepa, en fin, nadie sabe dónde está Cánepa o cuál es su rol en todo esto.

El Triunvirato

Saénz -per se- no existe. Es Ruberto, Gustavo Ruberto. Gustavo Adolfo Ruberto Sáenz Stiro, el gobernador de Salta, es una suerte de holograma digitado por dos señores que hacen y deshacen, Nicolás Demitrópulos y Pablo Outes. Ambos funcionarios son sus ideólogos y sostén, y entre los dos conforman a su vez una suerte de Jefe de Gabinete en eterno conflicto. Nada bueno puede salir de tamaño Frankenstein. Dos cerebros opuestos en el cuerpo de un muñeco que sufre este injerto y periódicamente sufre ataques de pánico y depresiones. Las consecuencias de esta estrategia, además de dinamitar su popularidad, está acabando lentamente con la salud mental de Ruberto Sáenz, al punto de que cada mañana es un suplicio.

Paralelamente, Outes quiere capitalizar políticamente todo hacia sus alforjas, en cambio a Demitrópulos le interesarían más las secretarias y el dinero, a esto último lo confirmaron varias fuentes internas de la casa de gobierno, y a estas alturas lo sabe todo Salta, un alarido a voces. La pugna de poder entre los “ideólogos” es terrible, abrazos en público y cuchillos por las espaldas. Financiamiento de campañas de desprestigio, grupos de Whatsapp burlescos, un vale todo cuyo único perdedor es Gustavo Ruberto (Sáenz). El gober, incapaz de marcar territorio ante dos linces que le cuentan todas y cada una de sus costillas, sufre y se deprime. El callejón no tiene salida.

Capítulo aparte merece Demitrópulos, quien viene ganando exposición constantemente a fuerza látigo y malos tratos. Además de humillar a cuanto funcionario, empresario, trabajador o secretaria que se le acerque, el Coordinador Administrativo es más papista que el Papa. Aunque el mismo no mida las consecuencias a la hora de perjudicar drásticamente a quien se le cruce en su camino. El problema es que Nicolás Demitrópulos es un simple burócrata de carrera y como tal carece de tacto, como también de intención de voto. Por si mismo es incapaz de estar en ningún sitio de poder, esto es, depende de Saénz, quien lo protege vaya uno a saber por qué. Sin embargo, en vez de sumar, resta. El hombre se ha transformado en un -literal- “Collar de Sifones” para la gestión de Ruberto, y no solo ya se está notando demasiado, sino que son varios los que se comienzan a correr: “Es un mal educado y un violento”, le dijo una fuente interna de Grand Bourg a esta cronista. De no ser porque no fue el único, habría serias dudas. Más, los relatos son muchos, variados y de distintas procedencias, difícil no sea cierto.

Outes, más piola, o no atiende el teléfono, o soluciona, sabe que quizás pueda llegar, tiene el PJ salteño a sus pies y no se hace odiar. El Loro está haciendo campaña, y aunque no se note, pareciera que va ganando. Habrá que ver si el cuerpo de Sáenz lo tolera, no queda mucha nafta.

Con esconder a Saénz no alcanza, es necesario un líder

A metros de la segunda oleada de contagios de coronavirus, el futuro de la provincia es totalmente incierto. Un gran conflicto docente se aproxima, y Cánepa se esconde. Esta vez no solo se hablará de dinero con los gremios, también cortarán calles los autoconvocados y los docentes que exigen un protocolo que al día de hoy brilla por su ausencia. Y es que Matías no está listo para el cargo, a Cánepa le quedaron grandes los zapatos y la única brújula que tiene adelante es el ministro Trotta. Pero Salta no es Buenos Aires. No hay conectividad, los docentes cobran miserias y además un alto porcentaje está dentro de la línea de paciente de riesgo. Al día de hoy nadie sabe que, como, donde y cuando. El inicio de clases, a un mes de producirse, es incierto.

La estrategia seguida a rajatabla por el gobierno provincial ante la inminente caída de Saénz fue un desatino total. En septiembre del 2020 se tomó la decisión de esconder al líder, a quien solo se lo ve en contadas y herméticas apariciones inaugurando obras o caminando algún pueblo, en secreto, con un delay en la publicación de la información que a veces es de varios días. Uno de los casos emblemáticos de este montaje fue su última visita a Vaqueros, que habría transcurrido, según el parte de prensa, en el mismo momento en que el mandatario vacacionaba en Pinamar, según lo informado por varios medios salteños.

Y es que Ruberto ya no puede salir a la calle así nomás. Lo insultan, lo increpan, le gritan. Él se pone mal, está acostumbrado al cariño de la gente y al candor de la campaña. El problema es que la careta se cayó, y hoy la gente no lo percibe como líder, sino como un títere a la orden de dos personajes con intereses propios. Lo paga Ruberto, con la muerte de Sáenz, lo paga el pueblo de Salta, de él depende si es que puede y se anima.

Lectores: 4303

Envianos tu comentario