Política
Covid

Modernización arcaica de Güemes en plena tercera ola

El secretario de Modernización del Gobierno, Martín Güemes.

Solamente él cree que estuvo solucionando los problemas de miles de salteños que buscan de forma desesperada poder acceder a un test de coronavirus. Mientras semanas atrás la gente pasaba la noche a la espera de un turno afuera de los diferentes centros habilitados, ahora directamente no se consiguen y esto acrecienta el malestar social en pleno pico de la pandemia. La pregunta entonces es ¿qué es lo que se modernizó?

Hay un viejo refrán que rezaba “más vale pájaro en mano, que cien volando”. Esto podría aplicarse, cambiando algunos conceptos, claro, a lo sucedido en Salta en lo que a la pandemia se refiere. Y es que para miles de salteños más vale tener un turno asegurado para hacer un testeo, aunque esto implique pasar horas bajo el sol, la lluvia o incluso acampar durante la madrugada; que tener que esperar la suerte y las ganas de un sistema como el 148 que se encuentra notoriamente desbordado ante la gran cantidad de consultas que recibe día a día.

Durante esta semana, el secretario de Modernización del Gobierno aseguró que la línea gratuita recibe cerca de 15 mil consultas diarias, de las cuales 10 mil están relacionadas a coronavirus. Ante las incesantes filas y los escasos turnos para acceder a un test para saber si alguien es portador o no de covid-19, Martín Güemes puso la línea a disposición para “facilitarle la vida” a los salteños y que pudieran obtener sus turnos mediante teléfono y no de forma presencial.

En primera instancia se optó por otorgarle dos de los lugares con mayor concentración de personas en cuanto a demanda de testeos se refiere: El Hospital Papa Francisco y el Centro de Recuperación que funciona en calle Rivadavia al 1300 de la capital. Llamativamente, y a pesar de que el ministro de Salud salteño y presidente del Comité Operativo de Emergencias (Juan José Esteban) mencionó días atrás que Salta debería llegar a los 5000 testeos diarios, ese número no está ni cerca de ser alcanzado en la actualidad. Incluso, en esos dos centros habilitados a través de la línea telefónica, solamente repartía 650 turnos en total, un número demasiado bajo teniendo en cuenta la alta demanda.

Como era de esperarse la línea no dio abasto y, ante la imposibilidad de que los atiendan sin un turno pre otorgado, la gente empezó a migrar hacia los centros de salud barriales donde también se testeaba, aunque en menor cantidad; desbordando de esta manera el sistema de salud. Fue aquí cuando volvió a aparecer Güemes (que es una especie de descendiente del Héroe Gaucho) y, mientras todos esperaban el anuncio del otorgamiento de más turnos para testeos, echó por la borda cualquier esperanza al mencionar que todos los centros de testeos, de ahora en más, se regirán a través del 148.

Pasaron minutos solamente para que los pocos turnos disponibles, se agotaran y un operador u operadora contestara del otro lado que “deberían probar nuevamente el lunes”. Una respuesta arcaica en un modelo moderno que en vez de simplificar los procedimientos, los complica cada vez más, acrecentando el malestar social ante el avance de la tercera ola de covid que está marcando cifras récord en nuestra provincia.

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