Política
Griselda y el delirio

Mientras tanto... la Galleguillos no para de dar vergüenza

La diputada salteña, famosa por sus excentricidades y su salto de bando político, propuso que los medios estén obligados por ley a difundir contenido de fundaciones. (Dibujo: NOVA)

La polémica diputada provincial lo hizo de nuevo. Un proyecto tan ridículo como el vestido de novia que compró en una feria americana para asumir su banca de legisladora fue el hazmerreír de varios en la última jornada de la Cámara baja provincial.

Siempre llamando la atención, Griselda Galeguillos choco el barco nuevamente, imposibilitada de decir algo coherente luego de traicionar a los Libertarios de Ahora Patria, quienes ahora son La Liberta Avanza, la vallista cerró filas con Alberto Beto Castillo y se unió a la Libertad de Gobierno provincial.

De allí en más, su carrera política entró en una espiral de caída libre que vislumbra un triste y solitario final. No juntó tres votos en su departamento y sus sueños de ser Senadora Provincial se diluyeron por la fuerza tras obtener un cómodo cuarto lugar.

Así, la de Lerma que supo vender paltas para el amor, o sortear desnudistas para despedidas de solteras, y que por obra y gracia del espíritu santo llegó a ser diputada provincial, “casada con el pueblo salteño”, según sus propias palabras, enfrenta la difícil situación de intentar de legisladora sin poder hablar mal de sus ahora colegas oficialistas.

El hecho, complicado en política, la lleva a presentar proyectos tan delirantes que en mesa de entrada leen las carátulas y los mandan al tacho de la basura.

Y es lo que sucedió el martes pasado, cuando se le ocurrió presentar un proyecto de ley cuyo fin es “obligar” a los medios de comunicación a que destinen parte de su contenido a noticias relacionadas con fundaciones, trabajo social, etc.

Suena hermoso, hasta que recordamos que cada medio posee una línea editorial, y que, además, puede decidir, sin que nadie le señale nada, el contenido que desea publicar.

Griselda olvidó leer el artículo que expresa el sentido de las pautas oficiales, que es el de difundir actos de gobierno que sean del interés de la población.

Así estamos en Salta. Con todo lo que hay para legislar, la Galleguillos está preocupa porque publica y que no publica un medio. Griselda está convencida de que sus resultados electorales están relacionados a la baja difusión de su trabajo.

La pobrecita nunca reparó en la posibilidad de que su fracaso tenga más que ver con su salto de bando de gran vocación borocotista, o directamente el nulo trabajo realizado en estos dos años en favor de los habitantes de Rosario de Lerma. Ni más ni menos: principio de revelación.

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