Martín Vestiga
Una producción de NOVA

Martín Vestiga y los "vueltitos" de la ex novia de Mimessi, Varguitas y Monteagudo

Tito Rosca y Martín Vestiga. (Dibujo: NOVA)

Sagaz como siempre. Intrépido e inquisidor. Adjetivos que sólo califican a Martín Vestiga, un asiduo colaborador de NOVA que vive trabajando y que, en sus ratos libres, investiga como pocos. Todo un adicto a su profesión.

Parece que, en el norte, con la llegada del calor, los organizadores de eventos se preocupan poco y nada por mantener el trabajo de aquellos que asisten a los espectáculos que organizan, y arman en Salta unas denominadas "carpas" en distintos municipios del interior no profundo del área metropolitana.

Es así que, cuando volvía de una pileta ubicada en los dominios del Dani Moreno en Vaqueros, terminé en el interior de un predio de avenida San Martín, del cual salí a altas horas de la madrugada.

Claramente tras el jolgorio lo único que pasó durante la mañana fue que dormí como si no le debiera a nadie, lo que no ocurre. Todo marchaba de maravilla hasta que el teléfono, aquel aparato tecnológico que había olvidado poner en silencio, comenzó a sonar cerca de las 14.

No fue tanta la molestia por la llamada en sí, sino por quien la realizaba. Es que, tras bloquearlo de WhatsApp y de los ya ni usados SMS, Tito Rosca, el ser más vomitivo y repugnante que conocí en mi vida, se había tomado el trabajo de pedirle el teléfono a alguien y llamarme con ID privado.

- ¡Tincho! ¡Tincho! ¿Qué hacés? El norte arde y vos en cama - Me dijo con ese timbre de voz que altera al más pacífico de los humanos en pocos segundos.

- Pero qué te importa Rosca qué hago de mi vida. ¿Qué pasó? ¿A qué se debe esta desagradable sorpresa si los incendios en Colonia ya están controlados según el gobierno? - Le contesté con notoria molestia por mi parte.

- Nooo Tincho, no hablo del fuego en sí. Sino que están denunciando a Evita en Tartagal por quedarse con el vuelto de mujeres golpeadas por sus parejas. Poné VideoTar en face y te sale todo, todito. - Expresó apresuradamente y colgó. Me parece que no tenía autorización para usar el teléfono del que me hizo el llamado.

Ya con el sueño interrumpido, decidí entrar a la página del canal tartagalense. Allí había una señorita, aparentemente, quien denunciaba a una tal silvina y a Carlita Cordero, una de las funcionarias de Mario Mimessi más cuestionadas en el norte provincial.

Según el relato de la denunciante, ambas mujeres la inscribieron en un programa destinado a víctimas de violencia de género, y es un acompañamiento hasta que puedan desarrollar algún tipo de ingreso para sus hogares.

Todo indica que, al igual que ocurría con Candela Correa en el Concejo Deliberante de Salta y en el PAMI de Verónica Molina, las beneficiarias tenían que "devolver" parte del subsidio otorgado por nación de 50 mil pesos mensuales por el lapso de 6 meses.

Fue una mujer que, cansada de tener que retribuir cerca del 20 por ciento del beneficio (entre 10 y 12 mil pesos) decidió hacer pública la situación y, hasta esta hora, no hay referencia de nada en la Municipalidad de Tartagal.

Lo que no entendí es quién era Evita, el nombre que me había arrojado Rosca. Así que acudí a la fuente menos confiable que puede tener uno, un grupo de WhatsApp, en donde me dijeron "y bueno Don Martín, mire usted, andar con el 'Gato', con Matías y Varguitas casi al mismo tiempo, no le dejan buena fama a una". Ahí me cayó la ficha.

Tu teléfono es de total dominio popular

Y tu colchón tiene más huellas

Que una playa en pleno verano

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