Bajo la excusa de preguntar cómo iba el crecimiento de los mangos "free" que crecen al costado de la ruta, llamé a mi amiga, Elba Gallo. Aquella mujer de pronunciadas curvas y de rostro no tan amigable, supo conocer a la funcionaria en su época de culturista antes de partir a nuevos rumbos, aunque suele volver a "Tartagalandia" bastante seguido para cuidar a sus gatos.

Casualmente, con ese nombre de felino empezó la parte linda de la charla con Elbita: "Che, ¿ya echó el "Gato" a su empleada infiel?" le pregunté. Ella solo soltó la lengua y se dejó llevar.

-"No, qué la va a echar. Los favores carnales acá se pagan o se pagan. Si no la banca hasta el final en el cargo que tiene ahora, tiene que encontrarle algo para que siga mordiendo, porque esta chica abre la boca, pero no para lo que ya saben, sino para contar algunas verdades del intendente. Al gato lo tienen encerrado en este p...terío"- contestó mi amiga.

En Tartagal, si bien no es un pueblo chico, sí se conocen mucho entre todos los habitantes. De hecho, es recomendación para los foráneos que se radican en la ex "tierra de osos", que vengan con pareja (hombre, mujer y/o LGBTQI+) que provengan desde afuera de los márgenes del departamento sanmartiniano si no quieren llevarse sorpresa con los habitantes locales. Es que el infierno es grande, y los pecados capitales, sobre todo la lujuria, son moneda corriente en una ciudad tan caliente.

Por ese mismo motivo es que la actual pareja del juez del Tribunal de Faltas, Farid Obeid, al que le balearon la casa de los padres por una "confusión medio tránsfuga"; ex novia del diputado provincial, Matías Monteagudo, habría sostenido una especie de "relación muy, pero muy cercana" con el intendente Mario Mimessi (ex concejal y diputado provincial), llegando a compartir encuentros íntimos en lugares poco transitados.

Esto le habría asegurado una estadía cómoda en cualquier estructura formada por el "Minino" Mario René quien, a pesar de las recomendaciones de allegados, y del descontento social tras el escándalo con el salario social de mujeres víctimas de violencia de género, sigue sosteniendo a Cordero en su gabinete hasta que le encuentre al "guilladito" por la provincia, lo que ya habían estado buscando ambos con una pasadita por Salta Capital durante el finde largo.

Seguirte los pasos, hacerme tu sombra

Guardarme tu nombre apretando los dientes

Cadenas de fuego quemando mi mente