Sagaz como siempre. Intrépido e inquisidor. Adjetivos que sólo califican a Martín Vestiga, un asiduo colaborador de NOVA que vive trabajando y que, en sus ratos libres, investiga como pocos. Todo un adicto a su profesión.
De nuevo en el ruedo tras el feriadazo por el Milagro en Salta, y algún que otro día más desconectado de todo para reponer las pilas antes de fin de año, me dispuse a revisar algunos mensajes que tenía en el teléfono sin abrir. Cuidadosamente, puse el celular en modo avión así no le salían las dos tildes azules al despreciable de Tito Rosca que, a modo de hobbie, se dedicó durante varios días a escribir esos testamentos que acostumbra cuando se entera de algún "chanchullo" de la política local.
Aun así, no fue Rosca el que me sorprendió esta vez, sino que fueron un grupo de empleados estatales quienes, con cargadas de por medio, contaron lo que hizo su jefa también aprovechando los días de descanso por la festividad religiosa más grande de la provincia. Resulta que, según estos envidiosos, la funcionaria con alto cargo dentro del gabinete provincial, pasó por el quirófano para hacerse unos retoques estéticos que le fueron muy notorios en su retorno.
- "Tincho, fijate. En dos semanas bajó la panza. O le está entrando a la frula, o se hizo una lipo como los dioses, o los 'Reyes'. Vó Vé" me dijo uno de los trabajadores que la vio llegar a la mujer en cuestión más esbelta que de costumbre.
Averiguando, preguntando a uno y otro, logré descifrar el mensaje escondido en el mensaje inicial. Es que no es que los reyes se hagan lipo para verse más acordes a su cargo, sino que el "Reyes" era por el primer apellido de la funcionaria en cuestión. Mariana Reyes, la titular de Derechos Humanos de Salta y militante de su novio, el diputado David Leiva a quien el entorno de la música, ante el avance de la sociedad y el desprecio que agarraron por la palabra "negro" por una tonada de piel, empezó a llamar "Rey David".
Si bien no se sabe si el retoque tiene que ver con la cercanía del verano y el deseo de lucir flamantemente algún bikini, o con estar en forma para algún compromiso sentimental como un compromiso o casorio; en la Luis Burella no aguantaron las ganas de gritarle "epa che" y largarle algún silbido, aprovechando que el dolor por la cirugía en cuestión ya es, casi, cosa del pasado.
No es solo huesos y piel.
Tú das todo lo que tienes,
aun pesando ciento diez kilos.
