Sagaz como siempre. Intrépido e inquisidor. Adjetivos que sólo califican a Martín Vestiga, un asiduo colaborador de NOVA que vive trabajando y que, en sus ratos libres, investiga como pocos. Todo un adicto a su profesión.
Escapándome del nefasto de Tito Rosca, el señor más despreciable que conocí en mi vida, quien me había invitado a ver el clásico salteño el domingo diciendo que el presidente del club que hacía de local le había adosado dos entradas por favores recibidos, es que terminé en el otro extremo de la ciudad, comiendo buñuelos con miel y mate cocido al costado de un colorido puente militar que ya echó raíces cerca de un roedor de lata gigante que hay en una rotonda, ahí muy cerca.
Mientras volvía a ponerme de a poco cada uno de los abrigos que me había quitado unas horas antes, porque caía la tarde y estaba "fresco para chomba", atiné a ver un rostro conocido con pilcha anaranjada acercándose sigilosamente hacia mí.
- ¡Tincho! ¡Eh, Tincho! gritaron, lo que me sorprendió ya que estaba en una zona un poco desolada por esas horas. "Ya no hay cucus en La Caldera, si vas para allá". Era Mario Neta, mi gran amigo, ese que tanto le gusta hacer "rosca" en distintas partes, donde se dé.
Sorprendido por la vestimenta que llevaba en ese momento, atiné a consultarle por tan llamativo color.
- Amigo, es la que se viene. ¿No viste lo de la UNSA? Ahora lo repetimos acá.
Curioso por escuchar a Neta hablando en primera persona del plural le consulté: ¿Quiénes repiten?
Mi estimado soltó una carcajada, de esas un poquito falsetas, para después poner una mano sobre mi hombro.
- Cierto que vos hace rato que no venís por acá. Ahora es tierra del Tane, el próximo intendente.
Asombrado por lo manifestado, limpié mi boca sangrienta por los buñuelos freídos en un aceite de dudosa procedencia, y le dije que me ponga al tanto.
- El Tane, el changuito Da Souza, es muy querido acá. Así, zurdito y todo, fue uno de los que orquestó todo para sacar al radical Claros del rectorado de la Universidad. Anda de reunión en reunión armando el año que viene con el "Chivita". Todo cocinado para plumearlo al "Melli".
Luego de unas risotadas, se despidió y me dijo que nos juntáramos a matear en una casita de por ahí no mas ya que le adoquinaron la cuadra hace poquitos días, y se marchó. Dentro de mí quedaron, además de las exquisiteces de la señora que vende al costado del puente de ingreso a Vaqueros, aquellas palabras de Mario haciendo referencia al final anunciado de Daniel Moreno al frente de la intendencia.
Una camisa, un pantalón vaquero
Y una canción, ¿dónde irá?
¿Dónde irá?
