Martín Vestiga
Una producción de NOVA

Martín Vestiga y el amante de "Antonio" nombrado en el PAMI

Tito Rosca, el peor enemigo de Martín Vestiga. (Dibujo: NOVA)

Sagaz como siempre. Intrépido e inquisidor. Adjetivos que sólo califican a Martín Vestiga, un asiduo colaborador de NOVA que vive trabajando y que, en sus ratos libres, investiga como pocos. Todo un adicto a su profesión.

Con las mañanas tan frías que se registran en Salta, decidí darme un tiempito para relajarme y cortar la semana con un café con leche y medialunas al lado del “Cuchi” Leguizamón, esa estatua erigida frente a Plaza 9 de Julio, donde el artista supo pasar gran parte de su vida entre empanadas y vino.

Mientras leía el diario local, escuché que alguien dijo “¡Jefe! ¡Le lustro los zapatos!”. Sin despegar la vista del periódico respondí que no, que gracias. Pero el insistente hombre siguió allí, intentando convencerme, hasta que levanté la mirada con cierta molestia. Allí lo vi. Sinceramente hubiera preferido que sea un lustrabotas y no él.

Allí estaba ese ser nefasto y despreciable de Tito Rosca que, con total confianza, me tuteó y me dijo: “Tincho, lo que te perdiste por no ir al Grand Bourg el otro día. Un despiole, no fue la semana del nuevo ‘muñeco’ de Antonio”. Al sentir esa voz ronca, curtida por sus constantes paseos por los podridos pasillos de la política, mi día ya estaba arruinado.

Lo invité a sentarse en la mesa y, mientras me afanaba media medialuna que quedaba en un platito y se sacaba las migas con una servilleta de papel, siguió chismeando lo ocurrido. “No sabes. Las blasfemias que le dijeron a ‘Antoñito’ en el Hogar Escuela durante el aniversario de Juan Domingo Perón, estaban orquestadas. Pero no por el rancio de Kosiner como dicen; sino por el ex 'maestro' del ‘changuito’ que ahora tiene cargo en el PAMI”, expresó.

Si bien no tenía dudas de a quién se refería cuando mencionaba solamente “Antonio” sin ningún apellido, decidí preguntarle para saber hasta dónde era capaz de largar la lengua este corrupto operador político que tenía enfrente; pero es vivo el tipo. “Vos sabes, no te hagas. Papita pal’ loro”, sentenció.

- ¡Che! ¿Y por qué la jugarreta? - Le pregunté.

- Fácil. - Respondió. - Entre “Toni” y “Villada” ahora se lo disputan al pibe que hace quilombo en todos lados. Cuando estuvo en Desarrollo peleaba con la “Vero”. Ahora la sacó a la otra “Vero” y los jubilados están con el Cristo en la boca.

Entonces le dije, “iluso”, que, si se peleaban por tenerlo al pibe en cuestión, era porque trabajaba demás bien.

- ¡Jajajaja! Que fantasioso sosTincho”, ahí hay problema de polleras, o de slips, como quieras llamarlo. Ya no es el vacunado vip el ‘sex toy’, ahora es el changuito del PAMI. ¡Avivate! - Me dijo y se fue, sin dejar siquiera para la propina.

¡Qué original! ¡Tal para cual!

2 delincuentes del amor.

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