Le pongamos plumas a la derrota: las liberales alternativas la chocaron feo

Las elecciones en Salta siguen dando tela para cortar, y es que los ¿sorpresivos? resultados del domingo pasado dejan muchas posibilidades de análisis. Uno de los casos más particulares tiene que ver con el fracaso del Frente Liberal Salteño.
Si bien nunca fue un número puesto, algunas movidas publicitarias, o incluso algunos borocotazos, hacían pensar en una performance un poco mejor.
En un principio, la propuesta alertó y puso nerviosos a los antes “Ahora Patria” de Alfredo Olmedo, quienes tienen la venia de Buenos Aires mediante la franquicia de La Libertad Avanza en nuestra provincia.
De pronto y casi sin previo aviso, Alberto Castillo renunciaba o lo expulsaban de las filas del PRO. El ex director de REMSa (la sociedad anónima del estado que nuclea los negocios mineros de la provincia), pateó el tablero desde un novedoso espacio: el Frente Liberal Salteño.
La propuesta, inteligente, pero muy precipitada y se presentó cuando las papas ya estaban candentes. “Defendemos las ideas del presidente (Javier) Milei”, decían. Y claro está, desde la vereda de en frente se los acuso de existir solo para provocarle mareos a los sufragantes e intentar “robarse” unos votos a los verdaderos mileístas de Milei.
Luego del baldazo de agua fría, los libertarios oficiales concentraron el 90% del esfuerzo en aclarar que los verdaderos representantes de Milei en Salta eran ellos.
En paralelo, Castillo presentaba “el armado”. La heterogenia del mismo daba a entender que no era para tanto, y que más allá de uno que otro despistado, pocos confundirían las listas.
Además, y como si lo anterior fuera poco, se repitieron algunos patrones por parte del oficialismo que condicionaron los resultados del domingo. Las listas fueron sobrepobladas de invotables. No mucho más para explicar, lo sabemos todos.
Si la lista de los Juntos por el Cambio Blue estaba integrada por Matías Posadas y Miguel Nanni, y la de los oficialistas duros, por el Dr. Biella y el tándem Guillo Kripper y Vitín Lamberto, remarla desde un espacio que se pretendía liberal, pero sonaba más a un tren fantasma de bajo presupuesto transformaba a la empresa en un verdadero imposible.
Beto Castillo, que supo obtener buenos resultados al momento de competir por una banca en el Concejo Deliberante capitalino, sufrió en las urnas su estancia en REMSa. Sin ánimo de juzgar su trabajo en la minera salteña, lo cierto es que a nivel de posicionamiento no es lo más efectivo que se pueda desarrollar como acción de campaña. Beto quedó invisibilizado.
Había que moverse rápido y la verdad es que los liberales no sobran en nuestra Salta conservadora. Así que, de algún modo, la solución al problema fue seducir a una diputada provincial ex Ahora Patria y recibir en las filas a una abogada jujeña que intentó colarse por cuanta ventana existe en La Libertad Avanza, pero nunca se lo permitieron.
Griselda Galleguillos, como ya se explicó muchas veces, es muy eficiente a la hora de la verborragia y las acusaciones, pero todos en Salta estamos seguros que no tiene ninguna sospecha de quien podrá ser Carl Menger, y si le dicen Escuela Austriaca de Economía, posiblemente sostenga que es un terciario de contabilidad en donde se enseña Word y Excel y que funciona en la localidad porteña de Barrios Escalada.
Por otro lado, la jujeña Alba Quintar viene fracasando desde que puso una franquicia de una conocida cafetería de CABA, en las instalaciones de Gimnasia y Tiro de Salta. Si perdió con una franquicia perder en elecciones, con un partido del tipo sello de goma, y que además lucha en el imaginario colectivo con el partido político de moda suena a con cierta lógica.
En Rosario de Lerma, Galleguillos no llegó al 13 por ciento, lo que la dejó tercera y con un futuro cantado: finalizar su mandato en diputados provinciales y regresar a su casa a hacer otra cosa. Alba Quintar, en tanto, la pasó más fea. La blonda surfera quedó séptima, y perdiendo incluso con la izquierda de Pablo López, algo impensable en épocas tan desgraciadas para militar por la revolución a la cubana. Quintar logró obtener el favor de un 3.87 por ciento dentro de la puja electoral para diputados provinciales capitalinos.
Así las cosas, la pregunta es si se reflotará el experimento dentro de un par de años, o si sencillamente el oficialismo provincial optará por cerrar la franquicia e intentar otro experimento.
Por lo pronto, la búsqueda será intensa. No se pudo quebrar la representatividad de los libertarios reales, y además, ahora habrá que desmarcarse de dos collares de sandía. Habría que haberlo pensado antes. Nadie lo hizo.