Correo de Lectores

La seguridad... ¿Cuándo será un tema de Estado?

Rosario de Lerma: Una abuela de 87 años sufrió hoy un violento ataque en su propia casa.

A juzgar por las gestiones llevadas adelante por los últimos ministros, pareciera ser que el tema no le importa a nadie. Premura.

Desde Juan Manuel Pulleiro, y pasando por el ex juez, fiscal, otra vez juez, luego procurador y después ministro, Abel Cornejo, hasta el también ex juez y luego ministro de Seguridad de la Provincia de Salta, Marcelo Domínguez, y ahora el flamante Dr. Gaspar Solá, también con larga acumulación de cargos estatales en el durante, la cosa pareciera no funcionar.

El aumento de la inseguridad, la baja calidad de vida de los vecinos en barrios populares y macro centro respecto a las situaciones que debe soportar, o el aumento de robos, microtráfico, pungueo, amenazas, etc… está a la orden del día y es una de las grandes deudas pendientes de este gobierno.

La justicia tiene también su responsabilidad. “Uno los denuncia, la policía los detiene, entran por una puerta y salen por la otra. Ya no hago más denuncia”, asegura cualquier vecino en cualquier punto cardinal de Salta. El sistema pareciera favorecer a los delincuentes. Ver una transacción de drogas es parte del paisaje y es mejor ignorar y mirar para otro lado. No vaya a ser que haya represalias.

La cartera de seguridad pareciera haber sido la oportunidad de algunos administradores burocráticos de justicia para saltar a los cargos electivos. Aunque dados los magros resultados, al menos el electorado supo darles la espalda cuando lo intentaron.

Así, hoy en día, el ministerio de Seguridad de la Provincia de Salta es percibido por el salteño como una caja vacía sin sentido alguno. De no ser por los esfuerzos de Bullrich (ministro de Seguridad de la Nación) poco habría para anunciar.

No se sabe de estrategia, no se ve profesionalización ni modernización de la policía local ni se ve una mayor presencia en áreas rojos. Aunque a estas alturas, la esquina de España y Bolívar o Brown, parecieran abandonadas a la buena de Dios. Y no, no es un chiste. Apenas hace días este cronista fue perjudicado con la rotura de los vidrios de un vehículo. Pleno centro.

De no mediar soluciones urgentes, esto tiene toda la pinta de desmadrarse ¿A cuánto estamos de que un vecino cansado de que se le metan en la casa haga lo que no tiene que hacer? ¿Cuánto falta para que las personas se organicen y comiencen a solucionar lo que el Estado no soluciona? ¿A eso hemos llegado?

El Ministerio de Seguridad es hace mucho tiempo ya una caja vacía. Es hora de colocar a alguien allá que muestre soluciones con premura, rápido y urgente, el horno no está pa’ bollos.

Con los abuelos no

Inseguridad, problema cotidiano. Los vecinos de Rosario de Lerma se desayunaron hoy con una noticia horrorosa. El episodio vivido hoy por una abuela de 87 años expone la situación insostenible que se vive en esta ciudad salteña. Los fines de semana son una película de terror donde el alcohol y los estupefacientes son un cóctel letal que alimenta la violencia tanto en jóvenes como en adultos.

El incidente ocurrió en plena luz del día, en una modesta casa de la avenida Chile. Mientras la abuela limpiaba la vereda, seis o siete jóvenes irrumpieron en la vivienda escapando de otro grupo. En cuestión de minutos, destrozaron el interior de la casa y un auto estacionado, además de saquear la cocina. “Todo esto pasó en tres minutos. Nos rompieron todo y mi mamá no pudo dormir del miedo”, relató Manolo Copa, hijo de la víctima.

No hubo detenidos, a pesar del llamado al 911. Los policías que llegaron al lugar quedaron con las manos vacías y solo despejaron la zona. Pareciera una distopía en donde los delincuentes tienen, de facto, más derecho que los ciudadanos.

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