Judiciales y Policiales
Pese al historial delictivo

La injusticia volvió a darle domiciliaria al "Conejo"

Carlos Alfredo “Conejo” Martínez, ex intendente de Aguas Blancas.

Increíble pero cierto, el ex intendente de Aguas Blancas, Carlos Alfredo “Conejo” Martínez, pese a todo el historial delictivo mafioso que posee en su prontuario, fue beneficiado, por segunda vez, con prisión domiciliaria.

No se explica que un hombre como Martínez, con todas las fechorías que cometió siendo jefe comunal de uno de los municipios más calientes por el límite con Bolivia y presunta frontera narco, todavía cuente con beneficios por parte de la justicia salteña.

Pero para entrar en contexto, cabe recordar que el ex alcalde “Conejo Malvado”, como lo apodaron los empleados de la municipalidad de Aguas Blancas a Carlos Martínez; fue detenido el 24 de septiembre pasado, acusado de entorpecer la investigación del homicidio, por parte de sicarios, de su hermano, César "Oreja" Martínez, un hombre estrechamente vinculado al narcotráfico en la frontera norte de Salta y acusado de intento de feminicidio en contra de su ex pareja.

En la misma línea investigativa se vieron involucrados en este mismo hecho el ex juez de Garantías, Claudio Parisssi, quien en la actualidad cumple prisión efectiva tras revocarle el beneficio domiciliario; y el abogado Roberto Ortega Serrano, quien en la actualidad goza de prisión domiciliaria.

Muchos denominaron a este caso como el “circo” del procurador general de Salta, Pedro García Castiella, ya que el funcionario fue quien presentó una denuncia contra Parissi, acusándolo de haber otorgado privilegios procesales a personas vinculadas con la narcocriminalidad causando la suspensión del magistrado y su detención, pero mucho tiempo después, en pocas palabras, pese a que ya estaba todo listo para proceder, Castiella dejó que el corrupto juez siguiera ejerciendo como honorable hombre de justicia.

No conforme con eso y sin mover un dedo, dejó pasar livianamente que un abogado de la talla de Ortega fuera beneficiado con la domiciliaria, tal y como lo hizo ahora con el ex intendente de Aguas Blancas que volverá a su hogar más cómodo que “zapato viejo”, con tan solo la promesa de la hija de Martínez quien aseguró que cuidará que su padre “hampón”, no emprenderá la fuga cuando se canse del encierro. A todo esto hay que rogar a todos los santitos que la hija no sea de la misma calaña que el padre.

La dinámica judicial en Salta tiene razones que la propia razón nunca entenderá y al mejor estilo romano, la gente se mantiene a Pan y Circo, aceptando servilmente lo inverosímil de los reveses judiciales.

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