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La gestión de Luis María García Salado va de mal en peor

El ex funcionario municipal y actual presidente del directorio de Aguas del Norte se encuentra en el ojo de la tormenta.

A Luis María García Salado le tocó bailar, tal vez, con la más complicada. El ex funcionario del Municipio de Salta, quien supo desempeñarse en los primeros años como secretario de Gobierno de Gustavo Sáenz y luego, con la incorporación de Ricardo "Fake News" Villada pasó a ser jefe de Gabinete, asumió al inicio de esta gestión gubernamental como presidente del directorio de Aguas del Norte.

La empresa que tantos problemas le trajo en su paso por la Comuna, y que ahora se convirtió en su calvario. Sabido es que la provincia sufre año a año distintos problemas en el servicio de agua potable.

En la ciudad y localidades cercanas, el agua corriente sufre cortes, bajas de presión, coloración y hasta suele causar enfermedades. Pero en el interior, esa situación se ve acrecentada por la falta de inversiones, y las políticas sociales que no existen en materia de asistencialismo.

Tras poco menos de 2 años de haber asumido tal responsabilidad, desde la empresa con participación mayoritaria del Estado aseguran que García Salado no ve la hora de que le designen un reemplazo debido al estrés que le causó el puesto. En estos meses pasados, tuvo que lidiar con vecinos de barrios periféricos o populares, comunidades originarias, municipios del interior, empleados, sobresueldos y hasta con los "copetudos" de un barrio top que ahora le causan dolores de cabeza al funcionario.

Desde hace semanas, vecinos de barrio Tres Cerritos, que hasta la llegada de los barrios privados como El Tipal o Valle Escondido era lo más TOP que existía en Salta junto a Grand Bourg, solicitan (por poco) una ejecución pública del cargo de Salado por los constantes cortes en el servicio de la zona norte de la Ciudad de Salta.

Entre quienes encabezan el conflicto, porque pocas veces le dan bolilla a gente común, se encuentra la familia de un conocido gremialista de la Salud y ex legislador de la provincia. Incluso su secretario, de apellido similar al garbanzo, es uno de los que lidera las protestas que el último fin de semana llegaron hasta las puertas de la Compañía Salteña de Agua y Saneamiento (COSAYSA).

Un alto mando de la empresa deslizó la semana pasada que a García Salado no le queda mucho tiempo en Aguas, y dejó dos opciones: la primera es un reemplazo directo, alta por baja, y se iría a cuidar de sus nietos en San Lorenzo. La segunda, y hasta por ahora más probable, es su incorporación al gabinete provincial tras la vacante que dejó Matías Posadas al pegar el portazo tras perder (una vez más) las elecciones del pasado agosto.

En este sentido se empezó a hablar de nombres y de cargos también, por qué no. Uno de los nombres que resonó con fuerza en los días previos a la procesión del milagro fue el de Aroldo Tonini. El ex funcionario municipal quedó con disponibilidad horaria tras su salida del municipio para dedicarse a la campaña que también lo dejó afuera del Concejo Deliberante a donde pretendía volver.

Lo difícil, o al menos lo que muchos no consideran factible, es que Tonini pase a jugar un rol tan importante en el oficialismo provincial cuando, en realidad, a todos lados lleva además de su biblia, una foto de JCR.

La otra posibilidad, y que vendría a ser una especie de revancha entre ambos, es asumir (posiblemente) como ministro de Gobierno salteño en reemplazo de un viejo conocido como Ricardo Villada, con quien las cosas no terminaron muy bien allá por el 2019.

En aquellos años, Salado era una especie de "superior" de Villada que, en el caso de asumir como secretario General de la Gobernación, daría vuelta la historia de aquellos años en la muni. Por ahora, al igual que la primera, ésta opción queda en stand by hasta algún futuro anuncio de cambio de gabinete, el cual fue anunciado por el mismísimo mandatario el día de las PASO.

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