La charla de Durand, auspiciada con la plata de los AP de Calabró
El creador de Qué Pasa Salta y demás medios derivados, y su compañero en el Senado por el departamento La Caldera, encabezaron una jornada de cursos gratuitos sobre redes sociales, que el legislador por Capital organizó para "ayudar a emprendedores" en el Centro Gaucho 'El Palenque'. En horas de divertidas charlas, anécdotas y tips que se dieron a la hora de posicionarse en las ventas virtuales, también se destinó parte de los "ahorros" que el ex intendente de aquella localidad, hoy integrante de la Cámara Alta, ya manifestó públicamente que les retiene a quienes él tiene nombrado como asesores y que solo se quedan con algunos "mangos" como gratificación por ser prestanombres.
Emilio Durand no es ningún tonto como muchos lo creyeron. Durante años, fue formando, paso a paso, su carrera dentro de la política salteña, sobre todo desde que llegó a la Jefatura de Gabinete en la Municipalidad de Salta, junto a Miguel Isa. Desde allí, su crecimiento fue enorme; tanto personal, como profesional. El abogado emprendió un trabajo de hormiga, llevando, de a poco, agua para su molino, afianzándose con sus proyectos laborales, y penetrando profundamente dentro de la sociedad que lo vio como un mártir en épocas de incertidumbre y crisis constante. Con los consejos en redes sociales, las "sesiones de psicología" escuchando a oyentes y sus reclamos en los distintos programas que condujo, llevando asesoría jurídica a los barrios o simplemente caminando por Salta con su mochila a cuestas; afianzó una campaña ardua que empezó a tornarse fuerte con la concesión de los paradores de colectivos que terminaron adornados con su cara y los logos de sus productos.
A pesar que años atrás había asegurado que nunca participaría de la política, al menos como candidato a algún cargo ya que siempre fue un armador u "operador" en ese sentido; el año pasado decidió competir por una banca en el Senado local. Tarea sencilla, todo el trabajo de casi una década, daba sus primeros frutos. Durand ya estaba adentro y ahora comenzaba a forjar una carrera dentro de la cosa pública. Sin muchas ideas innovadoras, acudió a la vieja estrategia que tantas satisfacciones le traje: la de organizar actividades "gratuitas" y capacitar a la gente en algo, eso que tanto vende en sus medios y que va apuntado al sector más vulnerable de la sociedad.
En esta nueva ocasión, esos actos proselitistas disfrazados de "buenas acciones", se desplazaron hasta La Caldera, localidad cercana a la Ciudad de Salta. Junto a su par, el también oficialista Héctor Miguel Calabró, aquel que quiere adoctrinar a la prensa mediante la colegiatura de comunicadores; organizaron la capacitación para emprendedores destinadas a las redes sociales, con gran base en Facebook. Lo que pocos saben es que, para que este tipo de eventos se lleven adelante, no basta con la buena voluntad de los disertantes, sino que lleva todo un trasfondo que cuesta algunas sumas de dinero; bastante para la gente común, aunque solo un vuelto para la clase política. Sobre todo, si esas erogaciones no salen de sus propios bolsillos, sino que de los ajenos.
Allegados al ex intendente caldereño aseguraron que parte de los gastos, se financiaron con lo que mensualmente le queda a Calabró de los sueldos de sus "asesores políticos" o AP, como se los conoce. Y es que él mismo aseguró semanas atrás que, a la gente que tiene nombrada en la Cámara de Senadores, les retiene el sueldo y les deja unos mangos, ya que el resto se destina a un fondo común para hacer con él lo que le plazca. Con la nuestra lo que sea; con la de ellos, nada. Típica postal de los políticos salteños que solamente piensan en las elecciones y en engrosar sus cuentas bancarias, entregando migajas a la gente que, creyendo que hacen algo para mejorarles la calidad de vida, luego acuden a las urnas y se mandan cada barrabasada.
