Para quienes no lo recuerden, Darío Madile no es uno de los rostros nuevos en la función pública. De hecho, es uno de los más longevos a pesar de su corta edad. "Pollito" de Miguel Isa, inició su camino como funcionario en 2009 cuando fue nombrado como subsecretario de Turismo. Era el "che pibe" del Conejo Antonelli, lo tenían por "carilindo".

Tras un año en la Casa de Moldes, donde estaban las oficinas de Turismo, pasó a ser subsecretario de gobierno y al asumir Isa su tercer mandato, lo ascendió de rango a secretario de Ambiente y Servicios Públicos. Las decisiones de Miguel, ya sin su hermano Daniel al lado, empezaban a no tener rumbo.

Con la llegada de Sáenz a la intendencia, y luego de pasar un tiempo bajo el ala de Nación, se incorporó nuevamente a la municipalidad como subsecretario de Ambiente, detrás de Gastón Galíndez, y luego fue presidente de la panadería social durante casi todo el 2019. Al salir de allí, fue electo concejal y luego presidente del Cuerpo. Hasta allí habían pasado 10 años del debut del joven con una reputación intachable; o al menos eso se creía.

Al iniciar la gestión de Bettina Romero, llamó la atención una serie de inconvenientes que tenían en la Panadería Social. Huelga por parte de trabajadores, acusaciones, y un faltante de dinero importante hicieron que el DEM pusiera la lupa sobre el organismo.

Al empezar a entrevistarse con trabajadores, éstos contaron que desde que había asumido Madile, éste les retaceaba los sueldos además de demorar el pago de los mismos entre dos y tres meses. A esto se sumaba la falta de pagos de los aportes de la seguridad social para jubilación y a la obra social. Trabajadores que emplean maquinaria peligrosa estaban expuestos mientras Darío saqueaba fondos para su campaña.

Extraoficialmente se sabe que durante el año que estuvo Madile al frente de la Panadería Social, se facturaron más de 80 millones de pesos (con un dólar a 60 como mucho), de los cuales no habría una rendición que convenciera a las autoridades actuales de la municipalidad. Por este motivo es que el DEM habría ordenado la realización de una auditoría al organismo que, durante marzo y noviembre del 2019, trabajó de manera extraordinaria para llevar panes y facturas a distintos puntos de la ciudad, los cuales eran entregados por candidatos del hoy oficialismo provincial.

La auditoría, que podría determinar el robo que hubo dentro de la municipalidad, con facturas apócrifas (truchas) al igual que las maniobras detectadas entre Pablo Gauffín, el empresario Matías Huergo y otros personajes nefastos devenidos del isismo; habría sido la verdadera causa por la que Madile, acorralado, decidió tomar sus maletas e irse a los brazos de Durand que, con tal de tener algunas colectoras que le sumen votos, acepta a energúmenos de la talla de Darío, Juan José, Laura Deolinda, Mónica, Guillermo, Don Mario, Socorro, Soledad, Arnaldo, Eliana, Ernesto y otros impresentables menos conocidos.