¿Como criticar ahora a Emilia Orozco cuando los mire a los ojos, si es que se animan a invitarla a los programas en donde le tienen la entrada velada por orden de más arriba?

El alma pautera local se notó en todo su esplendor. Desde opinólogos que finalizaron el secundario de casualidad, sin demostrar conocimientos básicos en matemática hablando de criptomonedas e inversiones, hasta las cuentas fakes que antes cacareaban a plena luz del día cada error del gobernador, pero un día callaron estrepitosamente para pasar a hablar del clima o ni eso.

Los bancados por la política quedaron en off side fieramente. No solo pasaba por una cueva de fake news bancada por el diputado nacional Emiliano Estrada.

La cosa iba más allá, la bajada de recursos económicos desde una radio encadenada que ligaba suculentos ingresos gracias a los intereses de un salteño que había llegado a un cargo nacional en el ENACOM durante el kirchnerismo y se hizo carne en vivo y en directo, gracias a la abstinencia y la falta.

La sequía, la ausencia. El grupito de chicuelos Nac&Pop activo duro, pero no tuvo éxito. Se registra falta de proteínas.

Desde el mullidito al que le gusta chapear lo que nunca fue, hasta los de la barricada lisérgica pasando por el pibe socialista que recibe data de la cana en primera persona dadas sus relaciones familiares, y claro cómo olvidar a los trolls que la juegan de troskos pero en realidad son Agrupación Política nivel 3 del Grand Bourg. La oposición provincial jugó un rol berreta y la quedaron feo.

La realidad los encuentra en un año electoral, sin propuestas locales y viéndose obligados a comerse (una vez más) el pesado sapo de plomo del Oso Leavy, o en su defecto militar la derrota con Verónica Caliva.

Durante la semana los comunicadores locales vieron en vivo y en directo una de sus últimas intentonas de decir que sirvieron para algo: romper lo que a las claras vino para quedarse a causa del cansancio que ellos mismos generaron. Mucho por aprender y pocas las ganas. Una lástima.