Panorama Político Salteño
Cambios

La Cámara de Diputados de Salta: la patria de los felinos

Con una calidad legislativa baja y más tirando a paupérrima, la Cámara baja provincial dejó un 2020 para el olvido. (Dibujo: NOVA)

Con una calidad legislativa baja y más tirando a paupérrima, la Cámara baja provincial dejó un 2020 para el olvido. Arribistas, figuretis, familiares y hasta amigos, todos colaboran en lo que fue, quizás, el peor año legislativo de la historia de Salta.

Desde un inicio no pintaba bien, y es que el designado para llevar adelante la presidencia del cuerpo era nada más y nada menos, el inefable “Tuti” Amat. Esteban Amat Lacroix, diputado provincial por el departamento de La Viña recibió su premio a la obsecuencia. Su nombre se estamparía en bronce como presidente del Honorable cuerpo Legislativo ¿Su mayor talento? El dinero que da el ser un dirigente tabacalero, el “Tuti” preside la Cámara del Tabaco de Salta desde 2004. Operador y lobista si los hay.

Ya en las primeras sesiones, la cosa comenzó a ponerse divertida. Al inefable “Indio” Godoy, se le dio por marcar territorio, tal vez despechado por haber perdido el honor de presidir el cuerpo, el zorro viejo se mofó del novel legislador corrigiéndolo en innumerables ocasiones. Los testigos y periodistas nos hacíamos la fiesta, cada intervención de Manuel Santiago Godoy tenía un solo fin: avergonzar a Amat. Lo cierto es que lograba y con creces.

A la falta de oratoria y de conocimiento del paño legislativo, a Amat le colgaron un collar de sifones, el ungido como secretario Administrativo fue nada más y nada menos que Gastón Galíndez. Eterno burócrata sin votos para tomar vuelo por sí mismo y con la necesidad de prenderse a la primera canilla que se le cruce para evitar la dura realidad de tener que ganarse el peso por sí mismo, en el ámbito privado. Eso sí, a la hora del fitness y las cremas corporales, un total experto.

El broche de oro de la venida a menos Cámara Legislativa 2020 lo compone nachito Jarsún. Otro metrosexual, cuyo paso por los pumitas y portación de apellido lo llevaron, primero a intendente y luego a diputado provincial. Son destacables sus intervenciones demagógicas exigiendo mano dura, paredón y balas. Justo él, que está denunciado en Rosario de Lerma por algunos vuelos que desaparecieron, cifras, aseguran, no tan chicas. Sin embargo, el musculoso edil le pone onda, chatea con chicas lindas, como la concejala salteña Cande Correa, quien parece que suele enviarle fotitos subidas de tono. La última vez se le escapó a Nacho una historia con “La Cande” mostrando las carnes y se armó un escándalo. Nacho tuvo que hacer que su Community Manager asumiera el error, sin embargo, los retos en su casa fueron bravos. Y es que Nachín, como le dicen, fue padre hace no mucho.

En ese pequeño malón en el que aún se debaten ideas, destacan Socorro Villamayor, Héctor Chibán, Carlos Zapata y el Rana Villa. Los cuatro, sumados al indio Godoy tratan de ponerle un poco de altura y debate, algo de argumentos, pero tampoco se puede tanto. Los políticos de raza se acaban, dando lugar a los famosos.

La ex conductora y periodista Mónica Juárez, una verdadera máquina de arrastrar votos, quiso hacer valer su poder de convocatoria de entrada, y de entrada nomás le bajaron un soplamocos. Y es que la señora pretendía tener decisión, pero donde manda capitán… finalizó sola, alistándose en un monobloque, y tramando conspiraciones en las cuales genera un enemigo invisible y a veces visible para ganar notoriedad. No hay proyectos, pero si ingresos.

El rubro periodístico se completa con el inefable “Chico Malo” Valenzuela, antes urtubeycista, y ahora saencista, aunque en realidad es pragmático, a donde está la plata, ahí va el muchacho. Nombramientos en el gobierno provincial y un puñado de cargos políticos, más la pauta en la radio. El pibe que había jurado nunca ensuciarse en política está más prendido que garrapata, calladito y en silencio se va asegurando una buena jubilación para dentro de dos años, cuando se le acabe, porque lo que son votos, con el tendal de muertos que dejó no va a sumar ni para el futbol cinco.

Así podríamos seguir, y de hecho tal vez lo hagamos, durante varios días, hijos de, suplentes de testimoniales, eternos aferrados al erario público. Nuestros representantes en la Cámara Baja llegaron a su punto de éxtasis cuando con la cara seria, y creyendo que hacían patria, votaron contra la estrategia de testeos al personal de salud en plena pandemia. Así nomás y como si nada, por órdenes de arriba, los arribados hacían caso. Un burdel en tiempos de pandemia, una novela de García Márquez se queda corta, no hay realismo mágico que contenga tanta fantasía y decadencia.

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